El caso de la mexicana desaparecida en Perú dio un nuevo giro este martes, cuando la policía reveló que en la casa de su presunta pareja se encontró una bandera mexicana, ropa de mujer, restos de sangre y cabellos.
Juan Pablo Villafuerte Pinto es el principal sospechoso en el caso de la desaparición de la mexicana Blanca Arellano Gutiérrez, quien viajó a Perú para encontrarse con él, después de conocerse a través de las redes sociales.
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La policía allanó la casa del sospechoso y en el cuarto encontraron evidencias, informó la cadena de radio ‘Radio Programas de Perú' (RPP).
Según el jefe del Departamento de Investigación Criminal de Huacho, Elvis Baños Valverde, los hallazgos en el inmueble indican que Villafuerte sí tenía una relación sentimental con la mujer, aunque él lo negó y comentó que era una “indigente” a la que él ayudó, que tenía problemas mentales.
Baños Valverde indicó al medio que en la vivienda se realizó la prueba de luminol y que los hallazgos están siendo reportados a la embajada de México para informar a la familia.
Vecinos dijeron a RPP que en los últimos días vieron a Villafuerte muy nervioso y que lo habían visto comprar bolsas negras en una bodega.
El peruano ya declaró ante la policía. Sin embargo, de acuerdo con Baños, evadió las preguntas que le realizaron y que tras declarar se retiró rumbo a Lima.
De acuerdo con RPP, la familia de Blanca viaja este jueves a Lima para seguir con las investigaciones y realizarse una prueba de ADN para cotejarla con la de los restos humanos hallados hace unos días en la playa Chorrillos, en Huacho. El anillo encontrado en el dedo de la víctima coincide con uno que llevaba la mexicana, pero como el cuerpo está descuartizado, no se ha podido establecer la identificación.
Un amor que terminó mal
Blanca conoció a Juan a través de una plataforma de videojuegos, incluso, compartían temas relacionados en un grupo de Facebook llamado “Juegos Retro”, mismo que curiosamente era administrado por ambos.
“Desde el inicio de pandemia ambos tenían una plataforma de juegos que se llamaba ‘Fornite’, donde Juan Villafuerte era administrador y convirtió a Blanca en administradora. Esta persona le dijo que no tenía pareja y entablaron una amistad”, contó Mercedes Gaytán, amiga de la foránea desaparecida, a El Comercio.
Registros en redes evidenciaron que Blanca y Juan compartían momentos a la distancia. En el cumpleaños de ambos, celebrados vía Facebook, se mandaban mensajes de aliento.
Desaparición
La pesadilla para la familia Arellano inició el 27 de julio, cuando la mujer decide viajar desde Atizapán, Estado de México, hacía Lima para reunirse con Juan Villafuerte.
Tres meses después, 7 de noviembre, luego de una aparente convivencia entre la mexicana y el peruano, Blanca pierde todo tipo de contacto con sus parientes en México y estos se comunican con Villafuerte.
“Mi tía no desaparecería así, sin avisar”
Karla Arellano, sobrina de Blanca, contó que decidió comunicarse con Juan ya que era el único contacto que su tía tenía en Perú.
“Ahí es donde se disparó nuestro temor. Mi mente empezó a vomitar pensamientos ¿Irse así nada más? ¿Su chip dejó de funcionar? Para mí esto no tenía nada de sentido. Mi tía no desaparecería sí como así, y menos sin avisar. Cuando le hice más preguntas acerca de la situación me comentó lo siguiente”, indicó la joven.
En chat publicados por Karla, Juan Pablo Villafuerte Pinto niega saber algo sobre la desaparición de Blanca e indica que esta se fue de su lado por mutuo acuerdo.
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“No podía darle la vida que ella quería y bueno en pocas palabras se aburrió de mi, ahí terminó mi función, espero le vaya bien”, se lee en la conversación.
“Él argumenta que el domingo mi tía decidió regresar a México, estaban en Huacho y ella por sus medios salió hacia Lima para posterior salir a México pero no ha sucedido eso”, agregó Karla.