Al expresidente de Estados Unidos se le acumulan las demandas después de que este jueves la periodista Elizabeth Jean Carroll lo demandó por agresión sexual, hecho que ocurrió en la década de los 90 en unos probadores de una tienda de Nueva York en la que, según la denunciante, el magnate abusó de ella.
No es la primera demanda que Carroll presenta contra Trump, puesto que ya hay una pendiente desde 2019 en un tribunal de Manhattan acusándole de difamación, después de que el expresidente no solo negara los hechos de la supuesta agresión sexual, sino que además intentara ridiculizarla.
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Por esta demanda de difamación Trump ya declaró en octubre aseverando que no es más que “una caza de brujas” en su contra, así como una estrategia publicitaria de Carroll para vender más ejemplares de su libro ‘¿Para qué necesitamos a los hombres?’, en el que relata aquel episodio.
Carroll presentó este jueves la denuncia por agresión, mismo día en el que se pone en vigor en Nueva York una ley que deja sin efecto el plazo de prescripción de un año para denunciar este tipo de delitos de carácter sexual.
La demanda incluye una nueva por difamación después de que Trump insistiera bajo juramento en redes sociales que Carroll “no está diciendo la verdad” y que esa supuesta agresión sexual nunca se produjo porque ‘esa mujer no es de su tipo’.
Sin embargo, la denuncia de Carroll sostiene que hace aproximadamente 27 años unas bromas entre ella y Trump sobre probarse lencería, cuando coincidieron en unos grandes almacenes de lujo en la Quinta Avenida de Nueva York, “dieron un oscuro giro” cuando él “la forzó contra la pared del probador, la inmovilizó y la violó”.
Trump ha logrado retrasar en varias ocasiones la denuncia por difamación gracias a su paso por la Casa Blanca, ya que alegaba que el presidente de Estados Unidos no puede ser demandando en el ejercicio de sus funciones si los hechos tienen que ver con su cargo.
En septiembre, un tribunal federal de apelaciones falló parcialmente a favor de él al dictaminar que estaba bajo amparo legal.
Ese mismo tribunal solicitó a su instancia superior, la corte del Distrito de Columbia, que decidiera si aquellos comentarios estaban protegidos. Ahora, la nueva demanda de Carroll está basada en las declaraciones, similares a las de entonces, por lo que no podría acogerse a este amparo legal al no ser ya presidente de Estados Unidos.
Esta nueva denuncia se suma a la amplia lista de problemas legales a los que se enfrenta Trump mientras intenta llegar de nuevo a la Casa Blanca.
Por delante tiene una investigación sobre el mal uso de documentación confidencial, otra sobre presiones en el estado de Georgia para que encontraran pruebas que avalaran sus teorías de amaño electoral, la de fraude fiscal en la Organización Trump, el caso sobre su responsabilidad en la insurrección del 6 de enero en el Capitolio.