DOHA (AP) — La imagen de los aficionados japoneses limpiando la basura después de un partido de la Copa del Mundo — ganen o pierdan — siempre asombra a los extranjeros. Sus futbolistas hacen lo mismo en el vestuario: cuelgan las toallas, limpian el piso y dejan hasta una nota de agradecimiento.
Este comportamiento protagoniza publicaciones en las redes sociales durante el Mundial de Qatar, pero no es algo inusual para los hinchas o para los deportistas japoneses. Están haciendo lo que hace la mayoría en su país: en casa, en la escuela, en el trabajo o en la calle, desde Tokio a Osaka, desde Shizuoka a Sapporo.
“Para los japoneses, esto es lo normal”, señaló el seleccionador, Hajime Moriyasu. “Cuando te vas de un sitio, tienes que dejarlo más pulcro de lo que estaba antes. Esa es la educación que nos han dado. Esa es la cultura básica que tenemos. Para nosotros, no es nada especial".
La Asociación de Fútbol de Japón repartirá 8.000 bolsas de basura para ayudar a los aficionados a recoger tras los partidos, con notas de agradecimiento en el exterior escritas en árabe, japonés e inglés, explicó una vocera.
Barbara Holthus, una socióloga que ha pasado la última década en Japón, afirmó que limpiar lo que se ensucia es algo arraigado en su cultura.
“En Japón siempre tienes que llevarte la basura a casa porque no hay cubos en la calle", apuntó Holthus, subdirectora del Instituto Alemán de Estudios Japoneses. “Tú limpias tu aula. Desde muy pequeño aprendes a ser responsable de la limpieza de tu propio espacio”.
Muchas escuelas de primaria en Japón no tienen conserjes, así que parte de la limpieza la hacen los jóvenes alumnos. Los oficinistas suelen dedicar una hora a adecentar sus cubículos.
“En parte es cultural, pero también las estructuras educativas llevan mucho tiempo preparándote para ello", agregó Holthus.
Esta es la séptima participación consecutiva de Japón en un Mundial, y su pulcritud empezó a copar titulares en el primero, en Francia 1998.
Antes de los Juegos Olímpicos de 2020, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, advirtió que los aficionados extranjeros tendrían que aprender a recoger su basura. Pero el problema nunca llegó a darse porque la pandemia del coronavirus limitó la asistencia a las competiciones al público local.
Midori Mayama, una reportera japonesa que está en Qatar para el Mundial, dijo que la imagen de los hinchas limpiando las gradas no es noticia en su país.
“Nadie en Japón informaría sobre esto", afirmó indicando que en los partidos de la liga profesional de béisbol ocurre lo mismo. “Todo esto es muy normal”.