CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se manifestó el lunes a favor de que se realicen prontas elecciones en Perú para alcanzar una salida a la crisis que enfrenta ese país y que ha dejado una veintena de muertos.
A su vez el mandatario dijo que México tiene las “puertas abiertas” para otorgarle asilo al destituido gobernante peruano Pedro Castillo y su familia.
Desoyendo los reclamos de las autoridades peruanas que han exigido a México no interferir en sus asuntos internos, López Obrador volvió a pronunciarse sobre la crisis que enfrenta Perú y afirmó que lo que más convendría para detener la confrontación es que se convoquen elecciones en el corto o mediano plazo.
“Si están aferrados a que se va a mantener el Congreso, se va a mantener a la presidenta, y que todo lo van a lograr con el uso de la fuerza, con la represión, pues va a haber mucho sufrimiento en el pueblo y mucha inestabilidad”, indicó el mandatario en su conferencia matutina.
Al ser preguntado sobre el asilo político que otorgaría México a la familia de Castillo, López Obrador dijo que el martes se informará sobre el caso pero reiteró que su gobierno tiene las “puertas abiertas” para el destituido presidente y su familia y “todos los que se sientan acosados”.
Las relaciones entre México y Perú se tensaron en los últimos días tras las declaraciones de López Obrador en apoyo a Castillo luego de que fuera destituido y detenido a inicios de mes mientras se lo investiga por los delitos de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.
La cancillería de Perú anunció el 15 de diciembre que llamó a consultas a sus embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México en protesta por lo que consideró una “intromisión en los asuntos internos” de ese país.
La decisión se dio luego de que los gobiernos de esas naciones expresaron en un comunicado conjunto que Castillo había sido víctima de “hostigamiento” político desde que asumió el poder el año pasado y exhortaron al país andino a “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada” en las urnas.
La cancillería también convocó el 9 de diciembre al embajador de México en Lima, Pablo Monroy, para manifestarle el rechazo del gobierno de Dina Boluarte por las expresiones de las autoridades mexicanas.