Con pancartas y equipos de sonido, familias de la sindicatura de Jesús María, donde fue recapturado Ovidio Guzmán López, exigen la salida del ejército y de las autoridades estatales de sus comunidades. Mientras que en su intento por ingresar a Palacio de Gobierno destruyeron los cristales de una de las puertas de acceso.
Los manifestantes que intentaron ingresar al área de oficinas fueron bloqueados por elementos de la Policía Estatal Preventiva, se presentaron forcejeos entre los asistentes, haciendo que los cristales de una de las puertas se rompiera y sin que estos lograran sus propósitos.
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Una de las mujeres que las encabeza, se identificó con el nombre de Elena “N” denunció que los militares continúan allanando sus hogares, sembrando miedo y temor al grado que no han podido enviar a sus hijos a la escuela, puesto que estos viven en un pánico continuo.
Con equipos de sonido exigen que el gobernador, Rubén Rocha Moya baje atenderlos para hacer de su conocimiento que exigen la salida del ejército y funcionarios que formaron la caravana humanista en el poblado, puesto que no se sienten seguros.
Las familias de la sindicatura de Jesús María, con pancartas y con textos “Esto no fue una captura, fue una Guerra”, expusieron que los enfrentamientos duraron nueve horas, pese a que Ovidio fue detenido muy temprano de la comunidad por las fuerzas federales.
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Exclamaron que, por espacio de dos días, los mantuvieron aislados, sin poder salir de sus hogares, sin agua, luz eléctrica y en muchos casos sin alimentos, por lo que su demanda, es que el ejército e instituciones estatales salgan de la sindicatura.