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Golosinas y productos con marihuana de sabores son la sensación entre los jóvenes

Se reportó un incremento de intoxicaciones en niños de 1 a 3 años que comieron accidentalmente dulces con marihuana

Archivo - Varios productos de cannabis para vapear se exhiben en Housing Works, el primer dispensario legal de cannabis de Nueva York, el jueves 29 de diciembre de 2022, en Nueva York. (AP Foto/Bebeto Matthews, Archivo) AP (Bebeto Matthews/AP)

El mes pasado se inauguró la primera tienda con licencia para la venta de marihuana recreativa de Nueva York, Chris Alexander, jefe de la Oficina de Gestión de Cannabis del estado, levantó con orgullo una lata de gomitas con sabor a sandía por encima de la multitud.

Afuera de la tienda de Manhattan, mostró otra compra: un frasco que contenía flores secas de una variedad de cannabis llamada Banana Runtz, que algunos aficionados dicen que tiene matices de “plátano fresco y afrutado y caramelo agrio”.

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Dentro de la tienda administrada por la organización sin fines de lucro Housing Works, los estantes rebosaban con cartuchos para vaporizador que sugerían aromas de piña, toronja y “leche con cereal”, escritos con letras arcoíris en forma de burbuja.

Durante décadas, los defensores de la salud amonestaron a la industria tabacalera por su mercadotecnia de nocivos productos de nicotina dirigida hacia los menores de edad, lo que ha llevado a que más ciudades y estados, como Nueva York, prohíban los productos de tabaco con sabor, incluidos los cigarrillos electrónicos.

Ahora que las tiendas de cannabis proliferan en todo Estados Unidos, aumentan las mismas preocupaciones sobre el empaque y la mercadotecnia de cannabis con sabor que, según los críticos, podrían atraer a los menores de edad hacia productos etiquetados como “mango loco”, “limón ruidoso” y “sueño de durazno”.

“Deberíamos aprender del área de la nicotina y yo ciertamente abogaría a favor de tener preocupaciones similares sobre los productos de cannabis en términos de su atractivo para los jóvenes”, afirmó Katherine Keyes, profesora de Epidemiología en la Universidad de Columbia, quien escribió extensamente sobre el aumento en el consumo de marihuana entre los menores de edad.

“Si pasas por un dispensario de cannabis en este momento”, añadió, “es casi absurdo lo mucho que los empaques y los productos están orientados hacia los jóvenes”.

Keyes agregó que los legisladores de políticas de salud pública, y los investigadores como ella, tratan de mantenerle el ritmo a una industria y un mercado que se expanden y evolucionan rápidamente.

Nueva York, que legalizó la marihuana recreativa en marzo de 2021, prohíbe la mercadotecnia y la publicidad que “están diseñadas de cualquier manera que atraiga a niños y otros menores de edad”.

Pero la Oficina de Gestión de Cannabis del estado de Nueva York (OCM) todavía no adopta oficialmente reglas sobre el etiquetado, el empaque y la publicidad que podrían prohibir caricaturas y colores neón, así como representaciones de alimentos en los empaques: los cuales, según indica la agencia, podrían atraer a personas menores de 21 años.

“Los consumidores necesitan estar conscientes —los padres necesitan estar conscientes— de que, si ven productos que se parecen a otros productos que comúnmente se comercializan para los chicos, ese es un producto de mercado ilícito”, advirtió Lyla Hunt, subdirectora de salud pública y campañas de la OCM.

Hunt vio recientemente un producto de cannabis que se hacía llamar “Stony Patch Kids” que, según dijo, se parecía al dulce popular “Sour Patch Kids”.

Se venden productos similares en decenas de dispensarios ilegales de marihuana que operan abiertamente y donde las autoridades temen que se vendan productos que no sean inocuos.

Una vez que se establezcan los estándares de empaque y mercadotecnia, es probable que el mercado ilícito no los acate, dicen los expertos.

“Podemos regular hasta el cansancio, pero la verdad es que se trata de formar una asociación entre una industria que cumple con las normas, regulaciones fuertes que son sólidas en su protección de los jóvenes y también con los padres”, dijo Hunt.

Bajo la ley estatal, un menor con posesión de marihuana enfrentaría una sanción civil de no más de 50 dólares. Los minoristas de cannabis con licencia que venden a menores enfrentan multas y la pérdida de sus licencias, pero no penas de cárcel.

La ciencia estableció desde hace mucho tiempo la naturaleza adictiva de la nicotina y los problemas de salud asociados con fumar tabaco, incluidos el cáncer y el enfisema.

Menos asentadas están las repercusiones en la salud por vapear, particularmente entre los menores de edad, cuyos cuerpos y órganos internos todavía no se desarrollan por completo.

Mientras que el fumar tabaco disminuyó entre los adolescentes y adultos jóvenes, el uso de cigarrillos electrónicos y vaporizadores aumentó .

Estados como California, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Rhode Island, tienen prohibiciones para la mayoría de los productos de tabaco con sabor, incluidos los cigarrillos electrónicos y los vaporizadores.

Un número cada vez mayor de ciudades, incluida Nueva York, tienen prohibiciones similares, pero esas reglas deben ampliarse para incluir a la marihuana, advirtió Linda Richter de la organización Partnership to End Addiction (Asociación para poner fin a la adicción), quien dice que el asunto aún no se aborda de forma amplia.

“Hay más escrutinio hacia la industria tabacalera, y muy, muy poco en términos de reglas, regulaciones, escrutinio y limitaciones cuando se trata de la industria del cannabis”, recalcó.

Debido a la relativa infancia de la industria legalizada, agregó, los estados aún tienen que fusionar las reglas en un estándar nacional único. Los estados a menudo recurren al gobierno federal para establecer esos estándares, pero la marihuana aún es ilegal a nivel federal.

“Ese es un problema real en el que no tienes el peso del gobierno federal en términos de estándares de empaque y mercadotecnia”, para establecer parámetros que eviten una mercadotecnia atractiva entre los jóvenes, dijo Richter.

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Los grupos antitabaco, incluida la Campaign for Tobacco-Free Kids (Campaña para chicos libres de tabaco), desde hace tiempo critican a la industria tabacalera por su mercadotecnia, como el uso de personajes de caricatura para ayudar a comercializar sus productos.

En años más recientes, hicieron campaña contra los productos de nicotina con sabor, incluidos los que se usan para vapear. Sin embargo, hasta ahora, estos grupos no han puesto en la mira a la industria de la marihuana.

Un estudio publicado a principios de este mes documentó el fuerte incremento de intoxicaciones entre niños pequeños, especialmente de 1 a 3 años, que comieron accidentalmente golosinas con marihuana.

El repunte en los casos coincide con el aumento de estados que permiten el uso de la marihuana con fines medicinales o recreativos. Actualmente, el uso médico del cannabis está permitido en 37 estados de Estados Unidos, mientras que 21 estados permiten el uso recreativo.

“Cuando hablas de sabores como tarta de queso y fresa, mango o galletas con crema, es muy difícil argumentar que son para adultos de más edad”, dijo la doctora Pamela Ling, directora del Center for Tobacco Control Research and Education (Centro para la investigación y la educación para el control del tabaco) de la Universidad de California en San Francisco.

“Las personas que se consideran más como aficionados al cannabis”, afirmó, “dirían que fumar un producto de cannabis con aroma es como poner kétchup en un bistec”.

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