Después de que el Tercer Tribunal Colegiado, con sede en Cancún, resolviera a favor de Uber un amparo promovido por la plataforma para operar en el estado de Quintana Roo, sobre todo en la zona turística, las reacciones violentas de los taxistas sindicalizados en contra de los choferes y usuarios de la app no se han hecho esperar.
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El descontento ha ascendido a niveles solo vistos al ingreso de la aplicación de transporte en otros destinos turísticos como Puerto Vallarta, lo que ha quedado documentado a través de varios videos que reflejan las agresiones y la imposibilidad de los conductores y usuarios de la app para circular en el estado, específicamente en Cancún.
Uno de los metrajes muestra como un grupo de alrededor de cuatro taxistas, vestidos con su característica camisa blanca de manga corta, amedrentan y golpean a un usuario de la plataforma, mientras su acompañante se muestra desesperada por la situación.
Otro de los hechos, el cual se volvió viral rápidamente, ocurrió este fin de semana, cuando los taxistas del sindicato “Andrés Quintana Roo” persiguieron a un chofer de Uber que trasladaba a una familia de turistas y los obligaron a descender en la entrada de la zona turística.
Pese a la presencia de un menor de edad, el grupo de sindicalizados no se abstuvo de sembrar pánico a los turistas con el argumento de que la operación de la app “es ilegal”.
También, los choferes de Uber han sido víctimas de ataques y daños directos a los automóviles, tal es el caso de un conductor de la aplicación, a quien le poncharon las llantas después de obligarlo a detenerse mientras circulaba.
Contrario a la justificación de “ilegalidad” por parte de los taxistas sindicalizados, el juez resolvió que Uber, por tratarse de un servicio que no es público, no requiere concesión, razón por la que puede operar en Quintana Roo.
“Los servicios de movilidad intermediados a través de la aplicación de Uber no son transporte público y por ello no deben ser regulados como tal en el estado de Quintana Roo”.
Sin embargo, la respuesta de los miembros del sindicato “Andrés Quintana Roo” se han pronunciado sobre los actos violentos y han asegurado que es una señal de protesta por la actuación de las autoridades contra su fuente de ingreso.
“La respuesta de nuestros compañeros taxistas se puede interpretar como un acto de reclamo ante la falta de certeza que se ha generado tras la prestación de un servicio que debe esperar su regulación para operar”.