En México somos 64 millones 540 mil 634 mujeres, para la mayoría de nosotras la mayoría mujeres mexicanas que viven y trabajan todos los días el llegar a cargos altos desde pequeñas nos hacen sentir que es imposible. Muchas de nosotras crecemos con los estereotipos que vemos en los medios de comunicación, quizás ser actriz, doctora, abogada (las carreras que consolidan el medio laboral que impera en nuestra nación. Sin embargo, pocas crecimos con la idea de tener Presidentas de la Suprema Corte de Justicia, Presidentas, Gobernadoras pero estas ideas poco a poco han ido permeando en la sociedad y hoy gracias al valor de muchas otras mujeres que han sufrido acoso, violencia en sus espacios laborales es que hoy es posible.
Esta columna se la quiero dedicar a la primera mujer en convertirse Presidenta de la Corte para el periodo 2023-2026, Norma Lucía Piña Hernández, y resulta inaudito para una reflexión más profunda en que hayan pasado tantos años para que en el Poder Judicial exista una mujer al frente de esta importante institución. Norma es una mujer abogada que viene desde abajo, a ella hoy nadie le enseña lo que es romper obstáculos y como la feminista le llaman, rompen el techo de cristal.
Me resulta muy conmovedor y respetable que el primer trabajo que haya tenido la ministra Piña fue ser maestra de primaria. Eso nos deja ver que está en su convicción profesional la entrega y formación de nuevas generación de mexicanas y mexicanos que crezcan con un concepto el respeto al estado de derecho, a nuestras instituciones y compartir valores que hagan más grandes a nuestra nación.
Hoy por eso la ministra Norma Piña independiente de cualquier posición política que llegue a tener, cuenta con mi admiración y respeto como mujer política porque es gracias a ella que hoy otras mujeres que forman parte del poder judicial saben que pueden llegar a cargos tan altos y que ya no es una limitante lo que muchos hombres nos han hecho sentir en espacios de poder; que los espacios importantes son sólo para ellos.
Si uno estudia el currículum de acciones emprendidas por la ministra uno se da cuenta que se ha concentrado en tres ámbitos; derechos humanos, el estudio del amparo, y ha mostrado posturas firmes y congruentes a su ideología. Hoy, dejando atrás el periodo de Arturo Zaldívar, podremos saber que el Presidente ya no podrá utilizar a la Corte (o eso esperamos) como una tapadera de sus caprichos presidenciales. Esperemos con una mujer al mando el tercer poder de la federación pueda ejercer con independencia, imparcialidad y estricto apego a la ley su toma de decisiones. Hoy México no está para cumplir los caprichos de nadie como lo ha intentado la 4t.
De igual manera la convicción de la ministra Piña que en el 2008 participó en el Primer Encuentro Nacional e Internacional de Magistradas y Juezas realizado en la CDMX es una convicción que nos debe mover a todas para que en el ámbito de nuestras posibilidades y de nuestro trabajo cotidiano sigamos abriéndole camino a tantas mujeres que se entregan para ser de México un país libre de violencia y donde hoy, ninguna otra se quede llorando en su casa porque algo malo le paso. Las mujeres mexicanas estamos para llegar alto, para llegar lejos, para llegar fuertes y unidas. Hoy te felicito a ti, Norma Lucía Piña Hernández por nunca darte por vencida y por volverte una inspiración para todas aquellas que aspiramos a llegar a los espacios más altos de esta Nación. Porque las mujeres más pequeñas, más jóvenes y de la tercera edad nos necesitan.
