NAIROBI, Kenia (AP) — Docenas de civiles y combatientes murieron en un nuevo brote de violencia entre los grupos étnicos oromo y amhara en el centro de Etiopía, según testigos.
Los combates estallaron el sábado en la localidad de Jewuha, en la región de Amhara. Un testigo, que como otras personas habló bajo condición de anonimato por miedo a represalias, dijo a The Associated Press que combatientes que se creía formaban parte del Ejército de Liberación de Oromo (OLA, por sus siglas en inglés) atacaron un campamento empleado por las fuerzas especiales amhara y mataron a más de 20 personas. El testigo dijo que también había ayudado a enterrar a tres civiles.
Los combates se han extendido a otras localidades, dijo el testigo. Otro testigo en Jewuha que había trabajado en los entierros dijo que se habían recogido “varias docenas” de cuerpos.
Un testigo en la localidad de Ataye, en la región de Amhara, dijo que los enfrentamientos entre el OLA y las fuerzas especiales de Amhara continuaban y miles de civiles huían de la zona. Un médico en el hospital de Shewa Robit dijo a AP que había recibido los cuerpos de “varias personas” desde el lunes, así como pacientes con heridas graves.
El gobierno regional de Amhara confirmó el miércoles los enfrentamientos y dijo que miembros del ejército federal, la policía federal y las fuerzas regionales de amhara trabajaban para poner la situación bajo control.
Un portavoz de la policía federal no respondió a las llamadas. Un vocero del gobierno etíope, Legesse Tulu, colgó el teléfono.
Algunos miembros de las comunidades amhara y oromo, dos de los grupos étnicos más grandes de Etiopía, mantienen una agria rivalidad por agravios antiguos y nuevos. Se han registrado ataques contra personas amhara en varios logares de la región vecina de Oromia, lo que provocó despliegues de milicias amhara.
También se han producido ataques mortales de personas amhara contra miembros de la comunidad Oromo. La Asociación de Activismo, Liderazgo y Legado Oromo indicó esta semana en un comunicado que “según el derecho internacional, el gobierno federal etíope tiene el deber de proteger a sus ciudadanos”.