El juicio en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos continúa destapando la trama de corrupción y colusión entre las autoridades y miembros del crimen organizado. Ahora, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) habría sido uno de los puntos clave para el envío de drogas desde Sudamérica.
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Así lo reveló el exagente de la Policía Federal, Raúl Arellano Aguilera, en su declaración como testigo ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, para hablar de la coordinación que existía entre la corporación dirigida por su jefe, Genaro García Luna, con carteles de la droga.
Pese a que el peso de su testificación luce por debajo de otros personajes que han desfilado en dicho juicio-- Sergio Villarreal “El Grande”, Tirso Martínez “El Futbolista” y Óscar Nava Valencia “El Lobo”-- describió parte de la logística para la entrada “libre” de sustancias al AICM.
Indicó que todo se manejaba por medio de las claves 35 y 45 a través de un radio que portan los agentes, por lo que, en cuanto comenzaba a expresarse dicho código, se tenían que pausar por entre 30 y 45 minutos las inspecciones de equipaje y carga.
“Por 45 todos en 35″, se escuchaba a los policías de un grupo especial asignado al AICM para permitir el ingreso de la droga sin obstaculizar con revisiones.
De acuerdo con su testimonio, esto sucedía una o dos veces por semana en el aeropuerto, aunque no pudo comprobar que los agentes participaran de manera directa en la movilización de los cargamentos de droga de diferentes bandas.
Otro de los elementos de su declaración es que el entonces director general de Aeropuertos, Óscar Moreno, habría entablado negociaciones con los dirigentes de otros como el de Guadalajara, Monterrey y Cancún.
