SEVILLA, 5 (EUROPA PRESS)
El Consistorio hispalense ha explicado a través de un comunicado que la operación de rehabilitación alcanza un presupuesto de 69.964,53 euros. Esta inversión es paralela a las que se vienen realizando en este espacio para el mantenimiento y cuidado de los árboles y plantas, la reparación de atracciones infantiles o la recuperación de caminos de albero.
"Pretendemos mejorar el conjunto de los Jardines de Murillo con el máximo respecto a nuestra historia y a nuestro patrimonio y para su disfrute por parte de las y los ciudadanos en general y, especialmente, de los vecinos y vecinas del Barrio de Santa Cruz", según ha destacado el delegado del área, David Guevara, quien ha visitado la actuación junto con el delegado del Distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, representantes de la Asociación de Vecinos de Santa Cruz, encabezados por su presidenta, María José del Rey, y José León, historiador del Arte y conservador de la empresa Dédalo Bienes Culturales, empresa adjudicataria de los trabajos.
Por su parte, Cabrera ha destacado "nuestra apuesta por este enclave como zona verde, de esparcimiento y ocio familiar para los vecinos y vecinas del barrio de Santa Cruz con instalaciones como parques infantiles, con el cuidado de nuestro patrimonio vegetal, y también, con la recuperación de estas fuentes que forman parte de una historia de la que nos sentimos plenamente orgullosos".
EL PROCESO
Los Jardines de las Cuatro Fuentes, como inicialmente era conocido este espacio, se popularizaron en la década de los 30 cuando era frecuentemente visitados por los sevillanos para hacerse fotografías y álbumes familiares antes de emprender su camino al Real de la Feria de Abril. En base a una amplia documentación compilada se programaron estos trabajos que descartaban piezas anteriores con importantes daños para rescatar su diseño primario, respetando su catalogación como Bien de Interés Cultural y su adscripción urbanística al Real Alcázar.
Las obras de restauración de las cuatro fuentes, al margen de estudios históricos y trabajos de planimetría e infografía que acompañan a la recreación, incluían la restauración de cerámica de albercas y de fuentes, así como su limpieza. Se ha procedido a la selección de mármol de Macael para los cuerpos principales que resisten mejor el paso del tiempo así como el contacto con el agua. En lo que al tratamiento de la piedra se refiere, se han reintegrado las juntas con morteros de cal y árido seleccionado, se han cosido y sellado las grietas y pegado de fragmentos y se ha acometido la limpieza tanto mecánica como química de superficies y sendos tratamientos hidrofugante y antigraffiti.
Las labores de documentación han permitido redimensionar y unificar el tamaño de las fuentes más pequeñas, que ahora lucen con medidas similares frente a la desproporción anterior. También se han incorporado elementos que habían desaparecido después de rehabilitaciones realizadas en las décadas de los 50 relacionadas con el vandalismo, como las máscaras de leones, las hojas de roble en la fuente principal o los surtidores y los relieves que sustituyen a los anteriores, que eran planos, recuperando la estética original.
La última fuente de este conjunto, la más próxima a Santa Cruz, también reconstruye un plato dentado en los inicios y que fue un adelanto para su tiempo. Resulta destacable que la documentación recuperada detallaba que las piezas que se utilizaban inicialmente no eran originales sino recuperadas de otros enclaves sin especificar su origen, de ahí las diferentes entre ellas.