El Papa Francisco, el arzobispo que encabeza la Comunión Anglicana y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia denunciaron la criminalización de la homosexualidad y dijeron que los gays deberían ser acogidos con beneplácito por sus iglesias.
Los tres líderes cristianos se pronunciaron sobre los derechos de las personas LGBT+ durante una conferencia de prensa conjunta sin precedentes a su regreso de Sudán del Sur, donde participaron en una peregrinación ecuménica de tres días para tratar de impulsar el proceso de paz en el país.
Se les preguntó por los recientes comentarios de Francisco a The Associated Press, en los que declaró que las leyes que criminalizan a los gays son “injustas” y que “ser homosexual no es un crimen”.
Sudán del Sur es uno de los 67 países que tipifican como delito la homosexualidad, 11 de ellos con la pena de muerte. Los defensores de la comunidad LGBT+ dicen que, incluso allí donde estas leyes no se aplican realmente, contribuyen a crear un ambiente de acoso, discriminación y violencia.
Francisco se refirió a sus comentarios del 24 de enero a la AP y repitió que tales leyes son “injustas”. También repitió comentarios anteriores en el sentido de que los padres nunca deberían echar de casa a sus hijos homosexuales.
“Condenar a alguien así es un pecado. Criminalizar a las personas con tendencias homosexuales es una injusticia. Las personas con tendencias homosexuales son hijos de Dios. Dios les ama. Dios les acompaña”, dijo.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, recordó que los derechos de la comunidad LGBT+ están presentes en la agenda actual de la Iglesia de Inglaterra, dijo que citaría las propias palabras del pontífice cuando se discuta el tema en el próximo Sínodo General de esa Iglesia.
“Me gustaría haber hablado con tanta elocuencia y claridad como el Papa. Estoy totalmente de acuerdo con cada una de sus palabras”, dijo Welby.
Recientemente, la Iglesia de Inglaterra decidió permitir bendiciones a los matrimonios civiles entre personas del mismo sexo, pero dijo que las parejas formadas por personas homosexuales no podían casarse en sus templos. El Vaticano prohíbe las bodas gay y las bendiciones para las uniones del mismo sexo.
El moderador presbiteriano de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, el reverendo Iain Greenshields, que también participó en el peregrinaje y en la conferencia de prensa, ofreció una observación.
“En mi lectura de los cuatro Evangelios no he visto ni un ejemplo en el que Jesús rechace a alguien. En ninguna parte de los cuatro Evangelios he visto nada que no sea el que Jesús le exprese su amor a quienquiera que encuentra”.
“Y, como cristianos, esa es la única expresión que podemos darle a cualquier ser humano, bajo cualquier circunstancia”, agregó.
La Iglesia de Escocia sí permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. Las enseñanzas católicas señalan que las personas gay deben ser tratadas con dignidad y respeto, pero que los actos homosexuales son “intrínsicamente desordenados”.
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