Los retrasos en la entrega de autos nuevos se prolongarán medio año más y, por lo pronto, los compradores tendrán que armarse de paciencia, porque las agencias tardan –por lo menos– dos meses para adjudicar las unidades.
El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, informó que las previsiones más recientes indican que los retrasos se mantendrán hasta junio de 2023.
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Ello, debido a los problemas en suministro de insumos, disponibilidad de chips o semiconductores –necesarios para el funcionamiento de los vehículos– y la capacidad de producción de las armadoras, que aún no regresan al nivel que tenían antes de la pandemia.
“El año pasado estábamos iniciando con un tiempo promedio de espera de cuatro meses, para entregar los vehículos; hoy nos encontramos con menos de dos meses”.
“De acuerdo con la información proporcionada por las diferentes asociaciones del gremio, estimamos que al cierre del primer semestre de 2023 estaremos en condiciones de normalidad en las entregas”, apuntó Guillermo Rosales.
De acuerdo con lo anterior, apuntó el presidente de la AMDA, los tiempos de espera, para la entrega de un auto nuevo a los clientes, se reducirá a “entre tres semanas y un mes”, contados después de que se concrete la operación de compraventa.
Chips siguen retrasando producción
Durante la primera conferencia que ofrecieron los directivos del sector automotriz, el director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Alberto Bustamente, señaló que aún no está resuelta la disponibilidad de chips o semiconductores en el mercado mexicano.
Explicó que dicho problema comenzó a resolverse, pero el suministro de estas piezas electrónicas –necesarias para funcionamiento de los automotores– aún está 32% por debajo del nivel necesario, observado antes de los problemas de producción que detonó la pandemia de Covid-19.
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Precisó que la falta de los chips automotrices afectó la producción de 487 mil 505 autos en la región de América del Norte; de los cuales, 26 mil 112 se ubicaron en las plantas armadoras de México.
A nivel mundial, el desabasto de semiconductores, “que ya comenzó a diluirse”, impidió el armado e incorporación al mercado de 200 mil 104 unidades y, solo durante los dos primeros años de la pandemia, provocó una pérdida global de 12 millones 538 mil 810 vehículos.
Autos eléctricos, en pañales
En respuesta al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la semana pasada dijo que el futuro del sector está los autos eléctricos, los chips y las baterías de litio, el director de la INA evidenció que México no cuenta con un plan concreto para dar este salto tecnológico.
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Apuntó que, mientras que el gobierno de Estados Unidos fijó una estrategia nacional para que 50% de los autos que se produzcan y consuman en su país sean eléctricos en 2030, en las condiciones actuales, los mexicanos tendrán que esperar tal vez hasta 2035 o 2040 para llegar a un objetivo similar.
Bustamante refirió que, para impulsar la producción y comercialización de dichos vehículos se requieren dos condiciones: políticas públicas, consensuadas con todos los sectores de la industria automotriz, que faciliten el cambio hacia la electromovilidad; y dos, infraestructura para garantizar la carga de esas unidades.
Producción, exportación y venta de autos
El nuevo director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Odracir Barquera, y el presidente ejecutivo de la AMDA, Guillermo Rosales, reportaron que durante enero de 2023 se lograron las siguientes cifras:
- 280 mil 315 autos armados en México, con un alza anual de 2.4%.
- 238 mil 135 unidades de exportación, con un aumento anual de 9.9%.
- 94 mil 414 automotores vendidos en territorio mexicano, con un alza anual de 20.1%.
- Aunque este último rubro arrastra una caída de 15.3% respecto a 2019, previo a la pandemia.
- A 77.3% de su capacidad instalada trabajan las armadoras de autos que operan en México.
