Castigos corporales, cárcel y fuertes multas económicas son algunas de las sanciones que se imponen en varios países del mundo por el delito de “injurias” al presidente, primer ministro, rey, o titular del Poder Ejecutivo. Esto, mientras en México avanza sin éxito la iniciativa de aumentar a hasta más de cuatro mil pesos las multas correspondientes.
Este delito, ofensa -o como corresponde en cada código penal- tiene sus primeros registros en la Antigua Roma. Se conoce a nivel global como Lèse-majesté (lesa majestad) y castiga la “ofensa contra la dignidad” de un jefe de estado gobernante (tradicionalmente un monarca pero ahora más a menudo un presidente) o el estado mismo. En países con sistemas de gobierno monárquicos se conoce como “crimen contra la Corona”.
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Aunque los primeros registros del delito datan de hace miles de años, en realidad es una práctica común y vigente. Tanto, que existen ejemplos muy recientes. Por ejemplo, en diciembre de 2022, Indonesia aprobó volver a castigar con cárcel a quienes insulten al presidente, ya sean locales o extranjeros.
El presidente Joko Widodo, o “Jokowi”, como se le conoce en su país, suspendió en 2019 los planes de revisión del código, que se basa en la ley colonial holandesa de 1918, tras protestas generalizadas de estudiantes y activistas contra lo que calificaron una afrenta a los derechos civiles.
“El problema con esta ley opresiva es que no se puede hacer cumplir de manera generalizada”, dijo Andreas Harsono, investigador de Indonesia para Human Rights Watch, según el sitio Financial Times. “Solo se puede aplicar de forma selectiva, lo que significa que proporcionará una vía para la extorsión. Es un arma política para encarcelar a los opositores y crea una atmósfera de miedo”, añadió.
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Países que castigan bromas e insultos a presidentes
Además de Indonesia, otros seis países en los que los insultos pueden llevar a las personas a prisión y hacerlos merecedores de una fuerte multa.
Polonia
En Polonia no solo se les puede acusar por insultar a su propio líder, sino que los presidentes y líderes visitantes tienen la misma protección contra las calumnias.
En 2005, la policía arrestó a 28 manifestantes que protestaban contra la visita del presidente ruso Vladimir Putin, en virtud del artículo 136 de la ley penal polaca.
La ley también castiga las expresiones por internet. En 2012 Robert Frycz fue condenado a 15 meses de servicio comunitario por insultar al presidente en su sitio web. El entonces mandatario Bronislaw Komorowski intentó “distanciarse del caso” y dijo: “Personalmente, puedo arreglármelas sin esa protección legal”.
A Zabawny Kuc, bloguero de 17 años, le confiscaron la computadora después de publicar un clip satírico en su Facebook, en el que se veía al presidente Andrzej Duda al revés, aparentemente tomando un ramo de flores de un monumento como si estuviera en estado de ebriedad. El presidente intervino y pidió a los fiscales que no siguieran con el asunto.
Países Bajos
En este país, insultar a la monarquía puede acarrear una pena de hasta cinco años de prisión y una multa. En 2007, un hombre de 47 años fue multado con 400 euros por insultar.
España
La revista satírica española El Jueves fue multada tras publicar un número con una caricatura del entonces Príncipe de Asturias y su mujer realizando un acto sexual. La edición fue retirada de los quioscos. La revista fue declarada culpable en violación de las leyes 490.3 y 491 de ‘injurias a la corona’. Calumniar o difamar a la corona puede acarrear una pena de hasta dos años de prisión.
Suiza
Este país tiene un código muy estricto sobre insultos a jefes de estado extranjeros. En el artículo 296 de su código penal relativo a los “Delitos perjudiciales para la política exterior” establece:
“Toda persona que insulte públicamente a un estado extranjero en la persona de su jefe de estado, los miembros de su gobierno, sus representantes diplomáticos, sus delegados oficiales en una conferencia diplomática que se celebre en Suiza, o uno de sus representantes oficiales en una organización internacional o un departamento del mismo con sede o sede en Suiza está sujeto a una pena privativa de libertad no superior a tres años o a una sanción pecuniaria.”
Tailandia
Las leyes de lesa majestad de Tailandia son de las más estrictas del mundo. El delito se remonta al siglo XIX, cuando ofender al monarca podía conllevar la decapitación o el corte de manos, pies u orejas. El concepto moderno fue consagrado en la ley en 1908 y actualizado en 1956 y establece castigos con prisión de tres a 15 años.
Las modificaciones actuales indican que incluso se puede castigar el hecho de dar clic al botón “Me gusta” de publicaciones “ofensivas”.
Arabia Saudita
En Arabia Saudita, insultar al rey se considera un delito terrorista. Zuheir Kutbi fue arrestado en 2015 luego de supuestamente insultar al segundo rey de Arabia Saudita, Saud bin Abdel Aziz Al Saud.
Una ley antiterrorista que entró en vigor en 2014 considera todas las acciones que “amenacen la unidad de Arabia Saudita, perturben el orden público o difamen la reputación del estado o del rey” como terrorismo. Amnistía Internacional lanzó un llamamiento para su liberación en enero de 2016.