KAMPALA, Uganda (AP) — Activistas por los derechos humanos y otros exhortaron a las autoridades ugandesas a que detengan a agentes de seguridad acusados de torturar a un hombre que había desaparecido y reapareció con heridas en el pecho.
Eric Mwesigwa dice que lo torturaron agentes de seguridad, pero un vocero militar respondió en un comunicado que el hombre “no estuvo en manos de agencia de seguridad alguna”. Muchos vieron en la declaración una señal de impunidad en medio de denuncias persistentes de tortura en el país de África oriental.
Mwesigwa, partidario del dirigente opositor y cantante popular Bobi Wine, dijo días atrás que le colocaron objetos calientes de metal sobre el cuerpo, los que le dejaron heridas abiertas en el pecho. Wine difundió sus denuncias de tortura a través de Twitter.
Los agentes de seguridad que torturaron a Mwesigwa querían conocer los planes de Wine “para derrocar al gobierno”, dijo Wine, un excandidato presidencial cuyo verdadero nombre es Kyagulanyi Ssentamu.
Las acusaciones de tortura al personal de seguridad en Uganda no son una novedad. El jueves se conmemoró el aniversario de la muerte del arzobispo anglicano Janani Luwum, torturado a muerte en 1977 por agentes de seguridad durante el régimen del dictador Idi Amin.
“Es una contradicción y una vergüenza que conmemoremos el asesinato del arzobispo Luwum por Idi Amin cuando agentes de la seguridad estatal torturan a ugandeses de esta manera. El respeto por los derechos humanos es el cimiento de la democracia y el progreso”, tuiteó el abogado Charles Peter Mayiga, premier del reino tradicional de Buganda,
Wine sostiene que muchos partidarios suyos han padecido torturas durante su detención luego de las reñidas elecciones presidenciales de 2021.
El gobierno ugandés se ha negado a renovar el mandato local de la oficina de derechos humanos de la ONU. Las autoridades dicen que el gobierno protege a su propio pueblo.