Las familias mexicanas convirtieron al jamón en el rey y a las salchichas en la reina de las carnes frías, pero, aunque el gusto por éstas va en aumento, la pérdida del poder adquisitivo y el incremento de precios lleva a los consumidores a optar por las más baratas.
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Las carnes frías son un alimento que aumentó su consumo en México en los últimos dos años, a pesar del alza de precios de entre 10% y 16% que registraron del 2022 al 2023, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
El presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, aseguró que el problema con el aumento de precios es que la gente busca los embutidos más baratos, que no siempre son de la mejor calidad.
En la oferta de embutidos hay hasta cuatro niveles de calidad y si se busca el más barato nos pueden “dar gato por liebre, hay muchas calidades, hay marcas premium, medias, de bajo costo o populares”.
Las carnes frías gustan en México y añadió que “el rey de las carnes frías es el jamón, la reina las salchichas (sobre todo de pavo) y el príncipe el chorizo”, además de que se consume la mortadela.
Precios de las carnes frías
Expuso que los precios del jamón de pavo a granel aumentaron en promedio 16% y ahora se venden en 128 pesos, contra 110 de hace un año y la salchicha de pavo subió de 70 a 80 pesos, un aumento de 14%.
Mientras que el chorizo de puerco aumentó 11%, de 90 se incrementó a 100 pesos, el tocino aumentó de 160 a 180 pesos, un 12% y la mortadela de 90 a 108 pesos, lo que significó 20% más.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) también registró aumentos del jamón y la salchicha de entre 6% y 16%, por ejemplo, el jamón de pavo virginia subió de 149 en enero del 2022 a 174 pesos en la segunda quincena del 2023.
El kilo a granel de jamón virginia de San Rafael de 181 subió a 193 pesos, de enero del 2021 a enero del 2022, el jamón de pierna horneado de 124 pesos se incrementó a 137 pesos; mientras que las salchichas de pavo a granel de 109, subieron a 118 pesos el kilo y la Frankfurt de pavo de 73 a 81 pesos.
De acuerdo con cifras de Comecarne, en 2020 el consumo de carnes frías por habitante fue de 7.9 kilos y subió en el 2022 a 8.2 kilos, considerando el nivel de consumo aparente y el número de habitantes en México.
Con la pandemia, en el 2020, se registró una caída en el consumo aparente de carnes frías en el mercado mexicano, de 16 mil toneladas. Sin embargo, se recuperó la demanda y en el 2022 se consumieron un millón 106 mil toneladas, cifra récord en el mercado mexicano, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
Producción nacional crece
El regreso a clases y al trabajo presencial fue un impulso para el consumo de carnes frías en el país, dijo el presidente de Comecarne, Ernesto Hermosillo, quien añadió que, aunque la producción nacional crece, también aumentaron las importaciones.
En el 2019 estaba en cerca de un millón 26 mil toneladas el consumo, en el 2022 se estima que cerró en un millón 106 mil toneladas, es decir aumentos promedio anuales de 4.8% en los últimos dos años.
Ante el crecimiento en el consumo de cárnicos, Comecarne impulsa Expo carnes y lácteos 2023 -del 21 al 23 de febrero- ya que, de acuerdo con sus estimaciones al cierre del 2022 el sector alcanzó una producción de cárnicos equivalente a 19 mil 635 millones de dólares.