MADRID (AP) — España, que cuenta con abundancia de sol y viento, se presenta como futura líder europea en la producción de hidrógeno ecológico para limpiar la industria pesada, pero algunos expertos del sector energético advierten en contra de impulsar una industria que sería muy dependiente de un enorme aumento de la disponibilidad de electricidad producida con emisiones neutras de dióxido de carbono. La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hizo de anfitriona este mes en una gran conferencia sobre energía renovable. La cita se centró en medidas “para garantizar nuestra seguridad energética”, dentro de los esfuerzos de la Unión Europea por reforzar las cadenas de suministro internas para cubrir sus necesidades de energía. El gobierno español presentó en 2020 su Hoja de Ruta del Hidrógeno, pero el sector ha cobrado importancia en Europa desde la invasión rusa en Ucrania. Rusia es el segundo productor más grande del mundo de gas natural, con el que funciona la mayoría de la producción global de hidrógeno. La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo en diciembre que España supondría la mitad del crecimiento europeo en capacidad de energía renovable para producción de hidrógeno. El hidrógeno verde se crea cuando se aplica electricidad obtenida por fuentes renovables a agua para separar sus moléculas de hidrógeno y oxígeno a través de la electrólisis. El proceso no produce dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, pero en este momento menos del 0,1% del hidrógeno global se consigue de esta manera, según la AIE. El hidrógeno separado puede utilizarse en la producción de acero, amoniaco y productos químicos, que requieren procesos industriales difíciles de separar de los combustibles fósiles. El hidrógeno también puede utilizarse como combustible en transportes, lo que algún día podría transformar los contaminantes sectores de la aviación y el transporte de mercancías. “La energía renovable, incluido el hidrógeno renovable, es un pilar central del Plan REPowerEU, que es la estrategia de la Unión Europea para librarse lo antes posible de los combustibles fósiles rusos”, dijo en un email Kadri Simson, comisaria de Energía de la UE. España ha anunciado que habilitará 15,5 gigavatios de capacidad de electrólisis destinada al hidrógeno verde, muy por encima del objetivo de cuatro gigavatios fijado en la hoja de ruta para 2030. El amplio territorio español, poco poblado y con abundancia de viento, recibe una media de más de 2.500 horas de sol de media al año, según la agencia meteorológica española, condiciones ideales para la energía eólica y solar y, por tanto, para la producción de hidrógeno verde. “Si uno mira a dónde se va a producir el hidrógeno en Europa en el próximo millón de años, es en dos países, España y Portugal”, dijo Thierry Lepercq, fundador y presidente de HyDeal Ambition, una plataforma de la industria formada por 30 empresas. “El hidrógeno es el nuevo petróleo”. Lepercq trabaja con empresas como la corporación española de gasoductos Enagás y el gigante global del acero ArcelorMittal para diseñar un modelo completo de producción, distribución y suministro de hidrógeno a precios competitivos. Las críticas a la iniciativa se han centrado en el coste superior del hidrógeno verde en comparación con el contaminante “hidrógeno gris” producido con gas natural. Lepercq alega que la energía solar producida en España es lo bastante barata como para competir. Aunque los autos y las soluciones de calefacción de edificios cada vez dependen más de la electricidad, otros sectores son más fáciles de cambiar. A nivel global, dijo Lepercq. “La electricidad, la energía, es el 20% del consumo energético. ¿Qué hay del 80% que no está electrificado? (...) Hay que sustituir esos combustibles fósiles. No en 50 años. Hay que sustituirlos ya”. HyDeal Ambition dijo que aspira a sustituir procesos de altas emisiones como el empleo de coque y altos hornos en la fabricación de acero y de gas natural para producir amoniaco para fertilizantes. Primero debe construir huertas solares y electrolizadores en el norte de España, como otras plantas de hidrógeno verde inaugurados en el centro de España y Mallorca. La Comisión Europea ha propuesto que el bloque produzca 10 millones de toneladas métricas de hidrógeno renovable para 2030 e importar 10 millones de toneladas métricas más. El consumo de hidrógeno en España es ahora de unas 500.000 toneladas métricas anuales, producidas principalmente a partir de gas natural y empleadas en refinerías y producción química. Para 2030, la UE aspira a recortar las emisiones en el bloque en un 55% en comparación con los niveles de 1990. España, Francia, Alemania y Portugal han acordado construir un gasoducto de hidrógeno para 2030 para transportar unos 2 millones de toneladas métricas de hidrógeno a Francia al año, un 10% de las necesidades estimadas de hidrógeno en el bloque. El transporte de hidrógeno plantea desafíos, ya que es muy inflamable y puede corroer el metal. Ribera, la ministra española, reconoció que el hidrógeno verde requiere una fuerte inversión que sólo compensará en el largo plazo. “Todos sabemos que la descarbonización completa de nuestra economía necesita una primera etapa que puede ser cubierta con las energías renovables que conocemos ya, las tecnologías que ya conocemos”, afirmó la ministra en una entrevista con The Associated Press. Agregó que, en sectores como la calefacción y el transporte, “es fundamental electrificar porque es la manera en la que ya sabemos no consumir, no emitir gases de efecto invernadero”. “En el medio y largo plazo, la completa descarbonización de nuestra economía requiere también descarbonizar usos finales para los que la electricidad no es tan sencilla”, manifestó. Para construir un futuro con hidrógeno verde hará falta un enorme incremento en la generación de energías renovables. La AIE señala que el mundo necesitará 50 gigavatios de capacidad renovable dedicada a la producción de hidrógeno para 2027, 100 veces el volumen actual. Algunos expertos del sector alegan que la apuesta por el hidrógeno verde es un objetivo erróneo en un delicado punto de inflexión tras los efectos de la guerra de Ucrania en el sector energético. “En Europa en particular ha habido un enorme impulso por el hidrógeno, que desde mi punto de vista es injustificable”, dijo Antonella Battaglini, directora general de la Renewables Grid Initiative. “No tenemos recursos renovables para producir” la electricidad que requiere el objetivo de la UE de 20 millones de toneladas métricas de hidrógeno verde para 2030, añadió. La demanda actual de hidrógeno supera de lejos el suministro planeado por la UE, informó Battaglini, lo que supone “el riesgo de que nos desviemos de la electrificación directa a una burbuja del hidrógeno”. Expertos como Battaglini temen que las empresas puedan alegar que cuando no hay suficiente energía renovable disponible, tengan que seguir recurriendo a combustibles fósiles. “Podría haber un coste muy alto. En términos económicos, pero también en términos medioambientales. Podríamos terminar con más emisiones de las que tenemos ahora”, advirtió. ___ La cobertura climática y medioambiental de The Associated Press recibe apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo su contenido.