Los habitantes de la Ciudad de México llegarán a la primavera acalorados y con los niveles más bajos en la historia para el Sistema Cutzamala, pues el Informe semanal del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) –publicado el 28 de febrero– revela que los embalses El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria se ubican al 50.6%, 22.4% menos que los registros históricos para estas fechas.
Estimaciones de Alerta Temprana de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) señalan que se esperan por lo menos cuatro olas de calor en la CDMX entre marzo y mayo. La temperatura promedio para la capital durante 2023 rondará los 27 grados centígrados; mientras que la máxima podría alcanzar –e incluso superar– los 37 grados, la temperatura más alta registrada en la capital.
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De cumplirse las previsiones de la SGIRPC, el incremento en la temperatura promedio de la CDMX será de cuatro grados desde 1985, cuando se promediaron 23 grados centígrados, según los Resúmenes mensuales de temperaturas y lluvia de la Conagua.
El panorama de intenso calor que avizora, ya mostró sus primeros síntomas en la CDMX. El primer día de marzo de 2023, la SGIRPC activó la alerta amarilla por temperaturas de entre 28 y 30 grados en ocho de las 16 alcaldías. Un día antes, Iztapalapa e Iztacalco superaron los 29 grados centígrados.
Islas de calor, contaminación y calentamiento global
De acuerdo con el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en derecho ambiental y sustentabilidad, Bernardo Bolaños, factores como la contaminación por ozono, la deforestación y las islas de calor –abundantes en la capital– aumentan los problemas relacionados con el calentamiento global.
“Las islas de calor que se producen en las ciudades por la concentración de concreto están aumentando el calentamiento en una especie de círculo vicioso. Los árboles disminuyen ese fenómeno; pero también se tiene un problema grave con los árboles porque afectan a mucha gente por el polen. Se trata de una ecuación muy compleja de no aumentar los árboles que están causando alergias; pero aumentarlos para disminuir las islas de calor”.
— Bernardo Bolaños.
La contaminación por ozono (O³), coincidente con el aumento de las temperaturas en la capital, también es un fenómeno que contribuye a propiciar las altas temperaturas. El pasado 23 de febrero se suscitó la primera contingencia ambiental por O³ en la CDMX; no obstante, las autoridades prevén al menos seis para este año.
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Al respecto, Bolaños detalló que es importante reducir los compuestos orgánicos volátiles presentes en impermeabilizantes, en procesos de tintorería donde se usa Benceno y, sobre todo, la termoeléctrica de Tula, Hidalgo, que de acuerdo con el especialista, produce partículas que llegan al Valle de México favoreciendo a la polución.
El académico de la UAM afirma que para el contexto actual de calor y escasez se pueden implementar sistemas ahorradores de agua, como los aditamentos para transformar las tapas de los retretes en lavamanos, y que permiten utilizar doble vez el agua. Bolaños explicó que de no tomar conciencia sobre la crisis hídrica, los capitalinos seremos los únicos responsables del colapso del Sistema Cutzamala.
“Es una inteligencia criminal porque estamos destruyendo ríos. Estamos quitándole el agua a los indígenas mazahuas, y todo por ser comodines y flojos. Pero se nos va a cobrar, lo vamos a pagar cuando veamos el colapso de este sistema (Cutzamala)”.
— Bernardo Bolaños.
Recomendaciones de la la SGIRPC durante la temporada de calor
- Usar bloqueador solar.
- No exponerse por tiempo prolongado a los rayos del sol.
- Evitar comer alimentos en vía pública porque se descomponen rápidamente.
- Vestir ropa de colores claros, sombrero o gorra y gafas de sol.