El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, reveló nuevos avances sobre la investigación puesta en marcha contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en la que dio a conocer que se otorgaron 30 contratos de manera irregular a empresas fachada a través de las instituciones del gobierno de los entonces presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
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En el esquema de corrupción, Gómez involucró al Partido Acción Nacional (PAN), el cual habría enviado un millón 160 mil pesos a la empresa Glac Security Consulting Technology del superpolicía; sin embargo, las principales corporaciones de inteligencia y seguridad del gobierno fueron las encargadas de hacer transacciones por millones de dólares.
“Hay una relación económica, no sabemos de qué naturaleza entre el PAN y la empresa madre de la trama. ¿Qué significado tiene? El fiscal es el que tiene que hacer la investigación”, indicó.
De esta forma, una de las que recibió la mayoría de los depósitos fue NUNVAV Inc, con 2 contratos mediante la entonces Policía Federal por 14.5 mdd y 5 contratos más por el Organo Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de 233 millones de dólares.
Además, después de su salida de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) continúo con este entramado, pues el CISEN concedió ocho nuevos contratos por más de 44 mdd y 15 mdp. También, otro contrato cuando estaba a cargo del CISEN Alberto Baz Jacal que asciende a 52 mdp.
En esquema de lavado de dinero y transferencias que presentó Gómez, en la conferencia mañanera que se llevó a cabo en el búnker de García Luna, la cifra de estas irregularidades por lavado de dinero y uso de instituciones de gobierno asciende a 726 mdd.
La mayoría de las empresas estaban instaladas en Estados Unidos, pero García Luna optó por triangulaciones en otros países como Barbados, para “esconder” la ruta del dinero, que mucho provenía de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto.
Subrayó la presunta responsabilidad de la esposa de García Luna, que tiene denuncias en México y habría participado en los delitos cometidos por su marido, además de aparecer como propietaria de varios departamentos en Miami.