MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Además, la cifra sigue alejada de los datos registrados en 2018 y 2019 con unas 300.000 mujeres en marchas unitarias en la capital de España. En 2020, poco antes del inicio de la pandemia de coronavirus, la cifra descendió a unas 120.000 asistentes. En 2021 no hubo convocatorias debido a la pandemia.
Y, aunque la convocada por la Comisión 8M sigue siendo la mayoritaria, ha perdido afluencia también respecto al año pasado, primero en el que se dividió el feminismo en la capital y cuando la delegación del Gobierno contabilizó 50.000 asistentes, mientras que la organización elevó la cifra a 100.000.
"Estamos muy satisfechas del resultado de la manifestación, hemos crecido respecto a la de 2022 aunque, igual que entonces, no hemos tenido ningún apoyo institucional ni hemos contado con otros recursos que no sea el trabajo voluntario del movimiento feminista", ha manifestado la portavoz del Movimiento Feminista de Madrid Lola Venegas, este jueves, en declaraciones a Europa Press.
La marcha del Movimiento Feminista de Madrid fue menos numerosa que la convocada por la Comisión 8M, ya que la Delegación del Gobierno cifró en 10.000 las manifestastantes, pero efectivamente ha crecido respecto al año anterior, cuando los datos oficiales hablaban de 6.000 mujeres, aunque ellas mismas cifran en 25.000 la asistencia
Para Lola Venegas, estas cifras significan que "cada vez más mujeres y más mujeres jóvenes están entendiendo lo que está en juego" y que "las reivindicaciones de las mujeres han sido parasitadas por intereses partidistas".
En la manifestación de la calle Atocha se escucharon cánticos como 'Irene Montero dimisión' y 'abolición de la prostitución'. También mostraron su rechazo a la Ley Trans con lemas como 'Ser mujer no es un sentimiento' o 'Las mujeres no tienen pene'.
En todo caso, Lola Venegas no cree que las manifestaciones de este miércoles hayan evidenciado una fractura del feminismo sino que considera que "lo que ha pasado es que se han colocado bajo la bandera del feminismo reivindicaciones que no tienen nada que ver con la agenda feminista, que responden a intereses que colisionan gravemente con los intereses de las mujeres".
También criticaron durante la marcha la rebaja de condenas a más de 700 violadores y agresores sexuales como consecuencia de la Ley del 'solo sí es sí'. "El feminismo no es punitivista pero lo que no ha pedido nunca es la reducción de penas para violadores", ha aclarado, añadiendo que el feminismo tampoco ha pedido "jamás" que "se discuta la categoría material de la mujer o que se sustituya por entelequias".
Por su parte, desde la Comisión 8M, convocantes de la manifestación que discurrió desde Neptuno hasta la Plaza de España bajo el lema 'Somos el grito necesario', han valorado el resultado de la manifestación como un "éxito rotundo". Sin embargo, en ese caso, aunque fue la marcha mayoritaria, con 17.000 asistentes, según la Delegación del Gobierno, quedó lejos de los 50.000 del año anterior, aunque ellas mismas cifraron en 700.000 las personas en la marcha.
"Ha sido un éxito rotundo, un deborde del movimiento feminista, necesario, imparable, como todos los años, la movilización supera nuestras expectativas", ha manifestado una de las voceras de la Comisión 8M, Vicky García, a Europa Press.
Entre sus reivindicaciones, defendieron "poner el consentimiento en el centro siempre", el derecho al aborto, la educación sexual, una justicia feminista y derechos para las personas trans.
Según las convocantes de esta marcha --a la que acudieron varias ministras del Gobierno, entre ellas la de Igualdad, Irene Montero, o la de Hacienda, María Jesús Montero--, la cifra de 17.000 personas facilitada por la Delegación del Gobierno está "completamente alejada de la realidad". "Incluso aunque se tratase de un errata, la omisión de un cero, esta no se ha rectificado", comentan.
En todo caso, han destacado que "lo importante después de estos años difíciles de pandemia" es que "la respuesta en la calle ha sido absolutamente masiva". Además, aunque precisan que es difícil comparar con los números registrados antes de la pandemia, dicen que "se aproximan mucho" a las cifras de las huelgas feministas.
Preguntadas por si la marcha ha evidenciado una grieta en el feminismo, la vocera de la Comisión 8M lo niega y asegura que "los cánticos de divisón no son más que ruido" y que "las lecturas de división tienen más que ver" con el "terreno parlamentario".