CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Seis mujeres que desaparecieron el 7 de marzo en la región central de México fueron asesinadas y calcinadas por un grupo de hombres armados, confirmaron el viernes las autoridades.
Se trata de uno de los mayores homicidios colectivos de mujeres en el país en años recientes.
Desaparecieron este mes en un camino cerca de la ciudad de Celaya, en el estado agrícola e industrial de Guanajuato. Las autoridades difundieron avisos de búsqueda de las seis mujeres el 9 de marzo, y habían dicho durante más de una semana que confiaban en encontrarlas vivas. Sus familias albergaban esperanzas de que así sería.
Pero el fiscal general de Guanajuato, Carlos Zamarripa, dijo el viernes que expertos habían encontrado restos óseos que mostraban que las mujeres fueron “calcinadas casi en su totalidad”, tras los operativos efectuados el jueves en diversas propiedades. La cantidad de fragmentos óseos encontrados —que según Zamarripa eran “cientos”— deja entrever que los cadáveres fueron quemados y los huesos triturados y diseminados, una estrategia común entre grupos del narcotráfico.
“Las trasladaron a (la ciudad de) Juventino Rosas, a un lugar, donde a la postre las privaron de la vida”, afirmó el fiscal. Señaló que las causas de esos homicidios continúan bajo investigación. Se identificaron cinco perfiles genéticos que corresponden a las desaparecidas, y continúan las diligencias para identificar a la sexta víctima, agregó.
Además se hallaron casi dos docenas de armas, explosivos y miles de dosis de drogas en las propiedades, afirmó. El cadáver de una víctima masculina secuestrada envuelto en plástico también fue encontrado en una de las propiedades.
Zamarripa señaló que 14 hombres fueron arrestados con relación a estos y otros homicidios. Al menos cinco de los detenidos eran del estado norteño de Tamaulipas y uno hondureño.
En Tamaulipas están activos el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste. Se desconoce qué estaría haciendo alguno de esos grupos en Guanajuato, que se ubica a cientos de kilómetros al sur.
Desde hace años, Guanajuato es el estado más violento en México y escenario de una guerra en la que el Cártel Jalisco Nueva Generación disputa el control de territorios a diversos grupos delictivos locales, incluido el Cártel Santa Rosa de Lima, que al parecer tiene apoyo del Cártel de Sinaloa, de mucho mayor tamaño.