Las marañas de cables que cuelgan de los postes de la Ciudad de México deslucen el paisaje urbano y, en algunos casos, representan un peligro potencial para la ciudadanía. Sin embargo, aunque desde años se maneja la idea de trasladar el cableado de la CDMX al subsuelo, paradójicamente las propuestas para una ley de soterramiento están sepultadas tanto en el Congreso local como en el federal.
Pese a las iniciativas de algunas alcaldías por retirar el “cable muerto” que dejan atrás empresas proveedoras de telefonía y servicios de Internet, los más de 14 mil kilómetros de cable y telarañas urbanas que están desplegados en la capital no parecen tener una solución a corto plazo, pues —según especialistas— el soterramiento representa un gran esfuerzo que aporta pocos beneficios.
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“Cable muerto” peligro potencial
Además del retiro de cables por una cuestión estética, algunas autoridades señalan que los cables colgantes son un factor de riesgo para ciclistas, menores de edad, transportistas y motociclistas. “Realmente no es una cuestión de estética nada más, es una cuestión de proteger la vida de los ciudadanos”, explicó a Publimetro Margarita Saldaña, alcaldesa de Azcapotzalco.
Saldaña Hernández es una de las ediles locales —junto con los alcaldes de Miguel Hidalgo, Coyoacán y Álvaro Obregón— que han firmado convenios con el Institucional Federal de Telecomunicaciones, (IFT); la Asociación Nacional de Telecomunicaciones, (ANATEL) y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, (CANIETI) para retirar y ordenar cableado aéreo.
Sin embargo, el proceso para el retiro de las marañas de cable es largo, solo en Azcapotzalco se retiraron 10 mil 500 metros en la colonia Nueva Santa María en un lapso cercano a un mes. Aunque la alcaldesa reconoce que el soterramiento del cable sería la opción ideal, aclaró que mientras no se avance una ley no solo a nivel local, sino federal, el retiro de cable es una alternativa en el corto plazo.
“La ilusión de una ciudad moderna es el soterramiento, eso sería lo que deberíamos de aspirar, a dejar de tener tanto cable en el espacio aéreo, que se vea más limpio, que no tengamos tanto problema. Por ejemplo, ahorita con los vientos, se cae una rama y se queda toda una colonia sin luz. Entonces yo creo que el soterramiento debería de ser un ideal de la ciudad y deberíamos de buscarlo”.
— Margarita Saldaña, alcaldesa de Azcapotzalco.
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Iniciativas soterradas
La Unión de Alcaldías de la Ciudad de México (UNACDMX) intentó impulsar la regulación de empresas de cableado aéreo y subterráneo en la CDMX; mientras que las diputadas Martha Ávila de Movimiento Regeneración Nacional (Morena); y Tania Larios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentaron iniciativas sobre el uso del espacio aéreo y el soterramiento del cable; así como darle facultades a las alcaldías para gestionaran la infraestructura subterránea que no prosperaron.
Por otra parte, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, envió en 2021 al Congreso capitalino una iniciativa de ley de soterramiento que se congeló. Por lo que el pasado 13 de marzo señaló que se busca un acuerdo con las empresas, pues el objetivo es que el cable esté en el subsuelo.
“El objetivo es que todos los cables estén soterrados. Ha habido ahí una discusión en el Congreso, y también lo que buscamos es que haya un acuerdo con las empresas, principalmente fibra óptica, que es lo que hemos visto cómo se ha ido incrementando de manera desproporcionada”, sostuvo la mandataria.
Más costo que beneficio
Consultoras como The Competitive Intelligence Unit (The Ciu) estiman que el monto de soterramiento de los 14 mil kilómetros de cable en la CDMX superaría los 42 mil millones de pesos, una inversión considerable en comparación con sus beneficios según especialistas.
Roberto Remes, especialista en temas de movilidad, urbanismo y otrora coordinador de la Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México, indicó a Publimetro que se trata de un “mal balance” entre el costo y el beneficio, pues muchas veces es un tema al que suben los políticos sin explorar las implicaciones y, en todo, también podría elevar los costos del servicio.
“Es un tema estético, quizá en algún caso puede haber algún otro tipo de problema; pero creo que lo principal que se ha planteado es lo estético. No obstante, me parece que en ese sopesar lo estético versus el costo de soterramiento, pues sí es un mal balance, porque sale muy caro y entonces es difícil cuantificar los beneficios”.
— Roberto Remes
Remes, quien estuvo involucrado en el soterramiento del cable en la Avenida Presidente Masaryk en la alcaldía Miguel Hidalgo durante las administración de Miguel Ángel Mancera, detalló que se pierde de vista el esfuerzo y las afectaciones que representa soterrar los cables de servicio, como cortes de luz e internet que afectan a la ciudadanía y al sector empresarial; así como la falta de un mapeo de viabilidad de obra pública.
“Los políticos se suben muy rápido al tema sin una estrategia de cómo lograrlo. Tienes diputados que proponen cosas relacionadas con el soterramiento, o que alguno que otro alcalde propone cosas relacionadas con soterramiento, pero no alcanzan a comprender qué es lo que hay detrás”, aseveró el especialista, quien añadió que para solventar un esfuerzo tan grande las cableras tendrían que establecer alguna tarifa de de soterramiento mensual.
A considerar
- No existe un mapeo que dé cuenta de todas las telarañas urbanas que hay en la CDMX.
- El soterramiento de los 14 mil kilómetros de cable desplegados en la capital costaría aproximadamente 46 mil 200 millones de pesos.
