MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
"Los departamentos ejecutivos y agencias (públicas) no harán uso operativo de programas de espionaje comerciales", según la nota oficial publicada por la Casa Blanca.
Así, Washington reconoce que en los últimos años se ha producido una "proliferación" de este spyware "sin apenas control y con un alto riesgo de abusos".
Estados Unidos tampoco había implantado "salvaguardias" para regular el uso de estas herramientas, motivo por el cual esta orden ejecutiva prohíbe su uso tanto en lo que ataque a empresas estadounidenses como a las extrajeras.
En la orden ejecutiva se esbozan los factores que permiten determinar si un programa espía supone un riesgo para la seguridad nacional o para los intereses estadounidenses en el extranjero y se menciona, en particular, si un actor extranjero ha utilizado dicho software contra activistas, políticos o periodistas o para espiar a ciudadanos estadounidenses.
La nota de la Casa Blanca no menciona explícitamente ningún programa en concreto, pero en los últimos meses se han multiplicado las polémicas por el uso del software Pegasus de la empresa israelí NSO, utilizado por gobiernos para espiar a periodistas y activistas.
Fuentes estadounidenses citadas por el portal de noticias Axios destacan que se ha detectado ataques o supuestos con programas de espionaje comerciales contra al menos 50 funcionarios estadounidenses en diez países extranjeros.
La policía federal estadounidense --la Oficina Federal de Invetigación, FBI-- confirmó el año pasado que había probado el software Pegasus para su uso en investigaciones penales. Organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han denunciado el uso de Pegasus.