La temporada de ozono ya impacta al Valle de México, la contingencia atmosférica no cede y las condiciones meteorológicas indican que serán días difíciles en cuanto a la contaminación del aire.
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Exponerse de manera prolongada a las partículas PM 2.5 causa graves consecuencias en la salud, porque detona enfermedades en las vías respiratorias y cardiovasculares, aumenta el riesgo de padecer cáncer, y altera las funciones cognitivas de las personas.
Esto porque las partículas PM 2.5 son compuestos ultrafinos que se conforman de diversos químicos emitidos por los gases de los automóviles y de las fábricas, incendios, combustibles y polvo común.
Aunque se recomienda permanecer en interiores, ya sea en casa, en la oficina o el salón de clases, eso no evita la presencia de las PM 2.5 en el ambiente, que se combinan con las toxinas imperceptibles que emanan de la cocina, los parabenos de las velas aromáticas, polvo y benceno, lo que puede producir alergias y otras enfermedades.
Según un estudio de la Universidad de Monash en Australia, sólo el 0.18% de la superficie terrestre y el 0.001% de la población mundial están expuestos a niveles de PM 2.5 inferiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, lo que implica que casi ningún lugar en la tierra es apto para respirar.
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“La calidad del aire es un problema global. Cada vez somos más conscientes de la necesidad de evitar las carreteras con mucho tráfico, apagar los motores en marcha y proteger nuestro espacio exterior de los contaminantes. Pero en lo que menos pensamos es en el impacto que el aire exterior tiene en el ambiente interior, advierte Ian Brough, jefe de Cuidado del Medio Ambiente de Dyson.
Con base en el desempeño de sus purificadores, refiere que cuando la contaminación del aire exterior es alta, también lo es la del interior, donde la gente pasa hasta el 90% de su tiempo.
Debido a esto, la empresa comparte seis consejos básicos de cuidado durante esta contingencia para reducir los efectos de este problema ambiental en tu salud y la de tu familia:
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Cuida tu piel y ojos
La contaminación y el ambiente seco deshidratan, enrojecen e irritan la piel y provocar conjuntivitis en los ojos. Es importante hidratar la piel, utilizar bloqueador solar de máxima protección, aún cuando esté nublado, así como usar gorra o sombrero. Utiliza gotas y lentes polarizados con filtros UV para cuidar tus ojos de la radiación y el polvo.
Utiliza cubrebocas
Si estarás en la calle, viajas en transporte público, utilizas bicicleta o moto, procura cubrir tu nariz y boca con un cubrebocas, una máscara para filtrar el aire o un paño húmedo, lo que evita el paso de las micropartículas.
Utiliza purificadores de aire
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Recuerda que el interior de la casa u oficina no están libres de contaminación, por lo que una buena opción es adquirir un purificador de aire que capture las partículas y alérgenos que pueden provocar enfermedades.
Cámbiate de ropa
Si estuviste todo el día en la calle, en cuanto llegues a casa procura quitarte los zapatos en la entrada y cambiarte con ropa limpia, de esta forma evitas que entren partículas que puedan contaminar tu hogar.
Bebe agua
La contaminación y el calor deshidratan, por lo que es importante beber agua constantemente; puedes también usar sprays con agua de mar para hidratar tus vías respiratorias.
Evita comer en la calle
Procura comer alimentos frescos y que estés seguro que han sido lavados y desinfectados. Con el calor, los alimentos se descomponen más rápido y a veces está llena de contaminantes como polvo, humo de coches y heces de animales.
