La noche del pasado 27 de marzo se suscitó un incendio en un dormitorio en un albergue de inmigrantes cerca de la frontera con Estados Unidos, específicamente en Ciudad Juárez, Chihuahua, mismo que lamentablemente dejó más de 30 migrantes muertos.
La información fue revelada por un trabajador gubernamental en las primeras horas del siguiente día bajo el anonimato, pues medios locales informan que no estaba autorizado para hablar del hecho. Este en uno de los incidentes más mortíferos en un centro de detención de inmigrantes en el país.
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Horas después del incendio se fueron colocando filas de cuerpos bajo sábanas plateadas fuera de las instalaciones que se encuentran frente a El Paso, Texas, importante punto de cruce para los migrantes. Ambulancias, bomberos y vehículos de la morgue circulaban constantemente por el lugar.
Más de 30 refugios para migrantes y otras organizaciones de defensa publicaron una carta abierta el pasado 9 de marzo donde se quejaban de la criminalización de los migrantes y solicitantes de asilo en esa ciudad. Se acusó a las autoridades de abuso y uso excesivo de la fuerza al detener a los migrantes, y se quejó de que la policía municipal interrogaba a las personas en la calle sobre su estatus migratorio sin motivo.
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El incidente es uno de los más mortales dentro de una instalación de inmigración mexicana en la historia actual. Las autoridades están investigando la causa del incendio y la Comisión Nacional de Derechos Humanos fue llamada para ayudar a los migrantes que siguen con vida.
