Después de la tragedia migrante registrada al interior de un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) por un incendio, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) realizó una visita de trabajo a Ciudad Juárez, Chihuahua, en la que diversas personas le exigieron justicia y lo increparon a bordo de su camioneta.
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El mandatario mexicano hizo una revisión del programa del Banco del Bienestar en la ciudad; sin embargo, un grupo de migrantes lo esperaron a las afueras del gimnasio de un Colegio de Bachilleres, donde solo recibió un documento con las demandas y no descendió de la unidad para atender a nadie.
Al grito de “¡Justicia, justicia!”, las personas migrantes lo recibieron en dicho lugar, mientras otros pedían que se bajara de la camioneta: “¡Qué salga! ¡Qué salga!”, a lo que el mandatario les respondió que se haría justicia en relación con la muerte de 39 personas detenidas en dicho sitio y más e 20 lesionados.
Sin embargo, entre el tumulto de personas, el mandatario mexicano expresó su molestia por la forma en que se estaba desarrollando la protesta, pues no le permitían avanzar al vehículo en el que se transportaba en Ciudad Juárez y en varias ocasiones exclamó: “¡No provoquen!”.
Por la forma de actuar del presidente y su equipo, fue blanco de críticas al no atender personalmente a un grupo de migrantes, aunque no se sabe si entre los manifestantes se encontraban familiares o personas que se encontraban en el centro de detención donde ocurrió la tragedia.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) se ha encargado de informar sobre las investigaciones, las cuales apuntan a la empresa de seguridad. Además, ha especificado las nacionalidades de los 39 fallecidos en el incendio: 18 guatemaltecos, siete venezolanos, siete salvadoreños seis hondureños y un colombiano.
