La Secretaría de Seguridad del Estado de Chihuahua negó que el exgobernador de Chihuahua, César Duarte, haya sufrido un infarto la tarde de este jueves al interior del CERESO de Chihuahua mientras espera ser juzgado por su presunta responsabilidad en el delito de peculado y asociación delictuosa cuando estuvo al frente del gobierno de esta entidad.
Reportes locales habían asegurado que, por estar en dicho centro penitenciario, no ha recibido la atención médica necesaria y se encuentra delicado de salud tras el ataque al corazón que se registró al interior de su celda en el Cereso No.1 de Aquiles Serdán.
Sin embargo, dicha institución detalló que Duarte se encontraba recibiendo a una visita cuando comenzó el rumor sobre el infarto.
Posteriormente, César Duarte tuvo que ser trasladado con un especialista, por lo que habría sido llevado con su cardiólogo privado para recibir un diagnóstico sobre lo ocurrido. Además, se someterá a estudios para evaluar su salud cardiovascular.
Sin embargo, el exgobernador ya acarreaba diferentes problemas de salud, pues apenas el pasado 28 de marzo había sufrido una hemorragia que le pudo ser controlada en el área de servicios médicos del penal.
También, padece de insuficiencia cardiaca, lo que pudo desencadenarle el infarto que sufrió este jueves y por el cual se le realizan diversos análisis.
Duarte permanece en prisión preventiva justificada como medida cautelar por su posible participación en los delitos de peculado y asociación delictuosa.
El imputado habría participado en el desvío de hasta 96 millones 685 mil 253 pesos, los cuales se depositaron en cuentas de la Secretaría de Hacienda durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.