Fueron meses de protestas en Francia en contra de la propuesta del presidente Emmanuel Macron, tras el anuncio de que subiría de 62 a 64 años la edad para recibir una jubilación, situación que levantó al país galo en demandas.
Desde el pasado 7 de marzo, las manifestaciones de inconformidad en ciudades como París, Lyon, Nantes, Marseille, Bordeaux y Nice provocaron que miles salieran a las calles. De entre los múltiples sectores que peleaban contra la polémica reforma estaban los médicos, transportistas, estudiantes, etc.
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Unas horas antes de conocer la decisión, Macron propuso a los sindicatos franceses una reunión el próximo 17 de abril, como “el inicio de un ciclo (...) que continuará las próximas semanas”.
El mandatario de Francia está acusado por la oposición de haber creado una “crisis democrática” al decidir el 16 de marzo adoptar por decreto su reforma, ante el temor de perder la votación en el Parlamento donde carece de mayoría absoluta desde junio, informó la agencia DW.
Será hasta el 2030 cuando la edad de jubilación en Francia pase a los 64 años y por lo pronto quede poco más de un lustro para que más de cuatro millones de personas inicien sus trámites.