Cuando todos y todas cuentan y juegan.
Basta con la terrible disparidad de sueldos de jugadoras respecto a los jugadores de fútbol profesional; por eso firmé la iniciativa de ley promovida por la exfutbolista Ana Paola López Yrigoyen. Soy integrante de las Comisiones de Trabajo y de Igualdad de Género del Senado; donde seguro se dictaminará dicha iniciativa.
El objetivo es que para deportistas profesionales haya un salario proporcional para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres. Requerimos de un fútbol con equidad.
Estuvieron en el Senado futbolistas mexicanas, que nos pidieron que firmáramos una iniciativa de ley para que no hubiera tanta disparidad entre los sueldos de mujeres y hombres profesionales del fútbol, ya que en el ámbito deportivo el problema se acentúa. Es decir; no existe una equidad salarial por un trabajo de igual valor.
Pretendemos sumar esfuerzos, en este caso en particular, de las personas deportistas, para también cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, que abordan la necesidad de alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
Sabemos que lograr la igualdad de remuneración es un hito importante para los derechos humanos y la igualdad de género.
Creo que es un tema que en México ha ido avanzando, cada vez hay más paridad en cualquier rama entre hombres y mujeres de nuestro país, pero en el fútbol la diferencia es escandalosa.
En el ámbito del fútbol el problema se acentúa. Por ejemplo, aunque la industria futbolística genera más de 500 mil millones de dólares cada año, un 49% de las jugadoras de fútbol profesional no reciben un salario y un 87% finalizará su carrera deportiva antes de los 25 años, por la baja o nula remuneración: lo dice el Banco Interamericano de Desarrollo en su estudio “Futbol y Mujeres. El partido pendiente”.
Mientras Lionel Messi recibe 130 millones de euros al año, Ada Hegerberg – la mejor jugadora del mundo según la FIFA- recibe 400 mil euros al año, un sueldo 325 menor al del argentino, como refiere la diputada Marisol García Segura, integrante de Morena.
En nuestro país la liga de fútbol femenil nació el 5 de diciembre de 2016 y en un principio el salario que recibía era de mil 500 pesos al mes, es decir inferior al salario mínimo. Actualmente el promedio se encuentra en los 8 mil pesos mensuales.
Las estrellas del fútbol femenino mexicano ganan 30 mil pesos cuando cualquier jugador hombre recibe un salario de 100 mil por mes, y las estrellas del fútbol 3 o 4 millones de pesos mensuales. No se justifica la brecha salarial tan grande si el trabajo es el mismo. Cabe destacar que jurídicamente el salario de una persona trabajadora no debe depender del éxito del negocio sino del trabajo realizado, tal como lo expresa el artículo 123 de la Constitución en su fracción VII.
Artículo 123: Toda persona tiene derecho a un trabajo digno y socialmente útil; al efecto se promoverán la creación de empleos, y la organización de trabajo conforme a la Ley. VII. Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad.
Asimismo, en la Ley Federal del Trabajo se expresa en su artículo 86 que para el mismo trabajo deberá de otorgarse el mismo trabajo.
Artículo 86: A trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual.
Cada jugador o jugadora tienen que valer según su esfuerzo, su trabajo que tantos goles anotan, cuando goles no dejan pasar en su portería, pero no debe ser un asunto de género.
Los hombres aparecen representados 10 veces más en artículos periodísticos, como refiere el documento, “Las mujeres futbolistas y sus derechos humanos laborales. Una mirada rumbo al Mundial 2026″, de la Red de Mujeres Sindicalistas.
A su vez, en las conclusiones del Observatorio de Medios Deportivos en México 2021, se puntualiza que los medios deportivos no sólo ejercen exclusión asignándoles menos espacio a las mujeres que a los hombres, sino que este espacio se encuentra cargado de estereotipos de género que refuerzan las visiones que cultural y socialmente se esperan sobre el comportamiento y características de las mujeres.
Además, una de cada cuatro notas sobre deporte femenil refuerza estereotipos de género, al invisibilizar el nombre de las atletas, al presentarlas como propiedad de un hombre o utilizar un lenguaje condescendiente, cuando se habla de los logros de atletas.
El fútbol femenil ha avanzado en México , pero las jugadoras aún no pueden vivir de él. En México, ellas “optan” por estudiar una carrera profesional alterna, para tener asegurado un futuro económico, contrario a los hombres, que sí pueden vivir con su salario como deportistas.
Los equipos han dicho que las mujeres congregan menos personas al estadio, que tiene menos afición, pero si no se le promueve, si no tienen las mismas condiciones de espacio en los medios de difusión deportivo, obviamente serán relegadas. Reflexionemos sobre la cobertura de la prensa escrita especializada durante los eventos deportivos femeninos.
Conviene que se cuente con dos ligas fuertes, la femenil y la varonil. Impulsando de mejor manera la liga femenina, tendrían dos negocios importantes y no uno como hasta ahora; como lo comenté en entrevista con Ramsés Yunes. No más desigualdad para que el fútbol mexicano avance junto con la realidad económica y crezca. ¡Lucharemos por lograrlo!