CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México mantendrá a la Guardia Nacional, el cuerpo estrella de la administración de Andrés Manuel López Obrador, bajo el mando de un general retirado y recibiendo formación y apoyo militar pese a que la Suprema Corte invalidó su traspaso a la Secretaría de la Defensa.
Así lo indicó el presidente mexicano el miércoles, un día después del fallo del alto tribunal. Según dijo, tomó esta decisión para “no afectar la buena marca” de la Guardia.
Además anunció que el año que viene, después de las elecciones parlamentarias, volverá a presentar la iniciativa de cambios constitucionales ahora anulada y dijo que espera que salga adelante ya que confía en que su partido ganará los comicios de junio de 2024.
El año pasado el mando de la Guardia Nacional pasó de la Secretaría de Seguridad Pública, dirigida por la civil Rosa Icela Rodríguez, al jefe del ejército.
Ahora volverá técnicamente a estar bajo las órdenes de Rodríguez aunque el jefe del cuerpo seguirá siendo el general retirado Daniel Córdova Campos.
Según el presidente, los jueces del alto tribunal “actuaron de manera facciosa y no con criterio jurídico sino político, defendiendo las antiguas prácticas del régimen autoritario y corrupto”.
El martes la Corte consideró que el decreto de López Obrador para el traspaso supone un “fraude a la constitución” y con los votos a favor de ocho de los 11 ministros declaró inconstitucional que la Guardia Nacional quede bajo el mando de la Secretaría de la Defensa.
La Guardia Nacional había asumido cada vez más funciones en el ámbito civil como el control de las aduanas, los aeropuertos y hasta la vigilancia en el metro de la Ciudad de México.
La decisión de la Corte representa un revés para López Obrador, quien ha sustentado su política de seguridad en el uso de los militares para hacer frente a las poderosas organizaciones criminales que controlan vastas regiones del país.