BEIRUT, Líbano (AP) — Uno de los traficantes de drogas más conocidos de Siria murió el lunes por la mañana en ataques aéreos sobre el sur del país, según dijeron un grupo opositor que monitorea la guerra y una emisora de radio afín al gobierno.
Los ataques se producían al día siguiente de que gobiernos árabes restituyeran el puesto de Siria en la Liga Árabe, que había sido suspendido por su represión de protestas. Conforme los gobiernos árabes restablecen sus lazos con Damasco, uno de los temas clave en las conversaciones ha sido la industria ilegal de la droga en Siria, que ha prosperado durante el conflicto, en especial la anfetamina captagon.
Los gobiernos occidentales estiman que el captagon ha generado miles de millones de dólares en ingresos para el presidente de Siria, Bashar Assad, sus colaboradores en el país y sus aliados. Damasco ha negado las acusaciones.
El primer ataque golpeó una vivienda en el poblado sirio de Shuab, en la provincia de Sweida, cerca de la frontera con Jordania, y mató a Merhi Ramthan, su esposa y sus seis hijos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El grupo opositor y Sham FM informaron de otro ataque en la provincia sureña de Daraa que impactó contra un edificio. El Observatorio dijo que en el inmueble se fabricaba droga.
La radio cercana al gobierno no dio más detalles. Las autoridades sirias y jordanas no hicieron comentarios en un primer momento.
Activistas y el grupo que monitorea la guerra dijeron creer que el ataque probablemente sería obra de Jordania, ya que el productor de captagon estaba entre los más buscados por Jordania por facilitar el contrabando de droga en la frontera con el apoyo de una pequeña milicia. También señalaron que era cercano a milicias vinculadas a Assad y al grupo libanés Hezbollah, con apoyo iraní.
Jordania ha anunciado operaciones frecuentes contra el tráfico de drogas en su frontera con Siria, donde en ocasiones los soldados mantienen tiroteos con cárteles de la droga que intentan abrirse paso desde el sur de Siria. En los últimos años, las autoridades jordanas han incautado millones de píldoras de captagon, muchas de las cuales se enviaban a países ricos del golfo pérsico.
Tanto Siria como la vecina Líbano se han convertido en puertas de entrada de la droga a Oriente Medio, especialmente al Golfo Pérsico.
Estados Unidos y Gran Bretaña sancionaron en marzo a cuatro sirios y dos libaneses implicados en la fabricación y el tráfico de captagon.
Entre los seis había primos del presidente de Siria y capos libaneses de la droga conocidos. Unas semanas más tarde, la Unión Europea sancionó a varios sirios, incluidos miembros de la familia de Assad, a los que acusaba de producción y tráfico de narcóticos, en especial captagon.