BRUSELAS, 11 (EUROPA PRESS)
Así lo recoge una sentencia dictada este jueves sobre el caso de Rumanía, donde varias denuncias disciplinarias contra jueces y fiscales ante la Inspección Judicial eran sistemáticamente archivadas. En el centro del caso estaba la concentración de poder de la figura del inspector jefe.
"El régimen disciplinario aplicable a los jueces debe presentar las garantías necesarias para evitar cualquier riesgo de que dicho régimen se utilice como instrumento de control político de sus actividades", ha indicado el TJUE.
En este sentido, pone la lupa sobre el funcionamiento del órgano judicial rumano y recuerda que las normas que regulan el funcionamiento de esta institución, que lleva a cabo investigaciones disciplinarias y decide acciones disciplinarias contra jueces, debe respetar las exigencias que se derivan del Derecho de la Unión.
Debido al funcionamiento interno y la concentración de poder del inspector jefe, este régimen disciplinario "puede impedir, en la práctica, el ejercicio efectivo de una acción disciplinaria contra el inspector jefe", avisa el TJUE que apunta que sus facultades se han reforzado en un contexto de limitación de las garantías de independencia e imparcialidad de los jueces rumanos y que la figura está "estrechamente vinculado a los poderes ejecutivo o legislativo".