LAKE BUENA VISTA, Florida, EE.UU. (AP) — Walt Disney Co. anunció el jueves que desechará los planes para construir un nuevo campus en el centro de Florida y reubicar ahí a 2.000 empleados del sur de California para trabajar en tecnología digital, finanzas y desarrollo de productos.
La decisión se produce luego de un año de ataques por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis, y del Congreso local porque la compañía se opuso a una ley estatal que prohíbe las lecciones de orientación sexual e identidad de género en las aulas de los primeros años escolares. Disney entabló el mes pasado una demanda contra DeSantis y otros funcionarios por violación de la Primera Enmienda constitucional.
Disney tenía planes de construir el campus a unos 30 kilómetros (20 millas) del enorme complejo de parques de atracciones Walt Disney World, pero Josh D'Amaro, presidente de la división de parques, experiencias y productos, dijo en un memorándum enviado a los empleados que “el nuevo liderazgo y las cambiantes condiciones de negocios” causaron que la compañía abandonara esos planes.
“Sigo optimista sobre la dirección de nuestro negocio Walt Disney World”, señaló D'Amaro. “Tenemos planes de invertir 17.000 millones de dólares y crear 13.000 empleos en los próximos 10 años. Espero que podamos hacerlo”.
Disney y DeSantis se han enfrascado en una disputa durante más de un año que ha envuelto en críticas al gobernador republicano, quien se prepara para lanzar una candidatura presidencial en las próximas semanas.
El portavoz de DeSantis, Jeremy Redfern, dijo que el estado no estaba seguro de si el nuevo campus de Disney se haría realidad desde que se anunció hace casi dos años.
“Dados los apuros financieros de la empresa, la caída de su capitalización bursátil y el descenso del precio de sus acciones, no es de extrañar que reestructuren sus operaciones comerciales y cancelen los proyectos infructuosos”, señaló Redfern.
El senador de Florida, Joe Gruters, expresidente del Partido Republicano estatal, comentó que la decisión de Disney era una gran pérdida.
“Espero que podamos dejar atrás este conflicto y volver a una relación de trabajo más normal con una empresa que ha sido uno de nuestros mejores socios comerciales y turísticos en los últimos 50 años”, dijo Gruters. “Dos mil puestos de trabajo y 1.000 millones de dólares de inversión en nuestro estado, yo diría que es un duro golpe. El mercado sabe tratar mucho mejor con las empresas que un gobierno de mano dura”.
Por su parte, la representante demócrata Anna Eskamani, que representa al área de Orlando en la cámara baja de Florida, emitió un comunicado en el que culpa al gobernador por los empleos perdidos.
“El gobernador Ron DeSantis es un tonto asesino de empleos que se preocupa más por sus propias ambiciones políticas y guerras culturales que por Florida y nuestro futuro”, dijo Eskamani. “Según él, ‘lo woke te hace ir a la quiebra’, pero este es otro ejemplo de cómo en realidad es todo lo contrario. DeSantis no es a quien quieres para presidente, nunca”, señaló.