BRUSELAS, 22 (EUROPA PRESS)
"Cada día de retraso en nuestras entregas tiene que medirse en vidas humanas. No es una cuestión de dinero, es una cuestión de personas que mueren, de soldados que mueren o resultan heridos", ha afirmado el jefe de la diplomacia comunitaria en rueda de prensa tras la reunión de ministros de Exteriores europeos en Bruselas.
En este sentido, Borrell ha reiterado la llamada a los socios europeos para movilizar los arsenales propios, a la vista del menor ritmo del esperado en las entregas y a que el próximo 31 de mayo finaliza el plazo para facilitar el material propio a Ucrania.
La movilización de munición del calibre 155 milímetros es el foco ahora mismo de la guerra en Ucrania, han indicado fuentes diplomáticas, después de que los Veintisiete no hayan discutido en profundidad la alianza para suministrar aviones de combate, pese al espaldarazo de Estados Unidos a los planes para entrenar a pilotos ucranianos en el uso de F-16 y a que socios europeos exporten estas aeronaves a Kiev.
Igualmente, el Alto Representante ha insistido en que los Estados miembros participen en las compras conjuntas de munición del calibre y ha urgido a finalizar el trabajo para la nueva tanda del Mecanismo Europeo para la Paz.
En este caso Hungría mantiene un bloqueo alegando la inclusión del banco húngaro OTP en la lista de patrocinadores de guerra de Ucrania y el conflicto con la minoría húngara en la región ucraniana de Transcarpatia.
"Tenemos que hacer todo lo posible para que el próximo paquete de apoyo militar a Ucrania sea aprobado. Si un miembro de los Estados tiene alguna dificultad, vamos a discutirlo. Eso es lo que vamos a hacer", ha afirmado Borrell sobre las reticencias de Budapest, recalcando que su trabajo es "encontrar soluciones para todos".
"Estoy seguro de que podremos continuar haciéndolo, esto necesitará conversaciones entre nosotros", ha ahondado. Pese al tono conciliador exhibido por Borrell, fuentes diplomáticas reconocen cierta irritación con las posiciones húngaras, lamentando que pueda llegar a retrasar más el suministro de armas a Ucrania en un momento en el que Kiev dirime cuándo lanzar su contraofensiva.