Si bien las redes sociales pueden brindar diversos beneficios a los usuarios más jóvenes, se están realizando diversas investigaciones para comprender su verdadero impacto en la población joven.
“Existen amplios indicadores de que las redes sociales también pueden tener un riesgo profundo de daño a la salud mental y el bienestar de los niños y adolescentes”, alertó el doctor Vivek Murthy, cirujano General de Estados Unidos.
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En su opinión, es necesario que se tomen medidas para crear entornos digitales seguros y saludables que minimicen los daños y protejan a los menores durante las etapas críticas de su desarrollo.
Por considerarlo un problema de salud pública, el médico está pidiendo a los legisladores de Reino Unido generar debate e impulsar regulaciones para que las redes sociales sean más seguras. Como ejemplo mencionó la Ley de seguridad en línea del Reino Unido que, entre otras medidas, contempla responsabilidades para los proveedores de servicios en línea para que cuiden la difusión de material ilegal y la protección de los usuarios, en particular los niños.
También destacó la relevancia de que se regulen de mejor manera las edades en que se puede obtener un perfil pues, en su opinión, incluso 13 años es demasiado pronto para que los niños usen las redes sociales.
Si bien no es que no existan riesgos generales para todo tipo de usuarios en las redes sociales, el cirujano advierte que el problema es mucho mayor cuando se trata de niños y adolescentes.
Los adolescentes no son adultos pequeños. Están en una fase crítica del desarrollo del cerebro
— Vivek Murthy, cirujano
Entre los 10 y los 19 años ocurre “un período muy sensible del desarrollo del cerebro”, periodo que coincide con que, según las estadísticas, el 95% de los niños de 13 a 17 años y casi el 40% de los niños de 8 a 12 años utilizan las redes sociales.
El especialista advierte que en esas edades el uso frecuente de las plataformas sociales puede afectar el desarrollo del cerebro, en áreas asociadas con el aprendizaje emocional, el control de los impulsos y el comportamiento social.
Y es que, a pesar de los esfuerzos de las plataformas por regular el contenido, las publicaciones con violencia extrema, inapropiadas y dañinas, “siguen siendo de fácil y amplio acceso para niños y adolescentes”. Por otro lado, Murthy también ha citado estudios que relacionan el uso constante de las redes sociales con síntomas de depresión y ansiedad.
“Los niños y adolescentes se ven afectados por las redes sociales de diferentes maneras, según sus fortalezas y vulnerabilidades individuales, y según factores culturales, históricos y socioeconómicos”, señala un informe publicado respecto al tema.
“Existe un amplio acuerdo entre la comunidad científica de que las redes sociales tienen el potencial tanto de beneficiar como de dañar a los niños y adolescentes”, opinó el médico. Y agregó: “Lo que los niños están experimentando hoy en las redes sociales es diferente a todo lo que las generaciones anteriores han tenido que enfrentar. Tenemos que hacer lo que hacemos en otras áreas donde tenemos problemas de seguridad de productos, establecer estándares en los que los padres puedan confiar y que realmente se cumplan”, dijo Murthy a NYT.
A pesar de las advertencias anteriores, el informe del especialista también señala que las redes sociales sí ofrecen beneficios. En especial para los grupos marginados, los estudios han demostrado que las redes sociales pueden apoyar la salud mental y el bienestar de lesbianas, gays, bisexuales, asexuales, transgénero, queer, intersexuales y otros jóvenes, debido a que estas plataformas permiten la conexión entre ellos lo que impulsa el desarrollo y la gestión de la identidad y el apoyo social. Asimismo, las comunidades en línea también pueden brindar apoyo a los jóvenes de minorías raciales y étnicas.