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Crisis migrante desborda albergues en CDMX; reportan sobrecupo de más del 500%

Organizaciones reportan que la afluencia de migrantes se triplicó durante el último semestre ante la falta de acciones de las autoridades.

Decenas de migrantes, la mayoría haitianos continúan reuniéndose en la Plaza Giordano Bruno a pesar de que son retirados por las autoridades.
Decenas de migrantes, la mayoría haitianos continúan reuniéndose en la Plaza Giordano Bruno a pesar de que son retirados por las autoridades. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM (Mario Jasso)

La crisis humanitaria por el tránsito y estancia de migrantes en la Ciudad de México rebasa la capacidad de los albergues y aumenta incertidumbre de miles de personas en situación de vulnerabilidad que enfrentan desalojos, malos tratos y discriminación ante la falta de respuesta oportuna de las autoridades locales y federales.

De acuerdo con estimaciones de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM), basadas en datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y el Instituto Nacional de Migración (INM), en los últimos seis meses al menos unos 35 mil migrantes solicitaron refugio o transitaron por la CDMX.

Gerardo Talavera, director de la asociación civil Programa Casa Refugiados, –organización integrante de la REDODEM– explicó a Publimetro que la CDMX no está cumpliendo como ciudad hospitalaria con los migrantes, como lo establece el Artículo 11 de la Constitución local.

Estimaciones de la re red en pro de los migrantes señalan que, actualmente, las personas en situación de movilidad humana rebasan hasta en 500% la capacidad de los albergues capitalinos, y se quedan a su suerte en las calles, donde muchas veces no tienen orientación sobre su estatus o destino, o son reubicados por las autoridades.

“Desde 2016, particularmente, ha venido un aumento exponencial que ahora se ha casi triplicado o cuadruplicado. Entonces, pues no hay presupuesto ni imaginación que haya pensado en esto, y sobre todas las casas que están a veces hasta en 500 por ciento de su capacidad, pues están pasando malos momentos, momentos de riesgo”.

—  Gerardo Talavera.

Desde octubre de 2022, la REDODEM documentó el aumento en la afluencia de miles de migrantes en su mayoría familias, mujeres, niñas, niños y adolescentes procedentes de Centro y Sudamérica.

Durante el último semestre las personas en situación de movilidad abarrotaron las cercanías de las oficinas de la COMAR –ubicados en la alcaldía Cuauhtémoc– y sobresaturaron la capacidad de apoyo humanitario de los albergues que les dieron acogida.

En casos como el de la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas (CAFEMIN), la sobresaturación ha alcanzado el 800%.

Para Talavera, además de la voluntad política para hacerle frente a la crisis humanitaria –que afirmó no recae solo en las autoridades– se requiere la participación de todos los integrantes de la sociedad, quienes pueden contribuir apoyando a albergues y organizaciones humanitarias con donativos económicos, en especie o, incluso, con trabajo voluntario.

Albergue de Tláhuac

La respuesta de las autoridades capitalinas tardó varios meses en llegar. Fue hasta el 29 de marzo de 2023, dos días después de la tragedia que provocó la muerte de 40 personas migrantes en las instalaciones del INM en Ciudad Juárez, Chihuahua, que el gobierno capitalino habilitó un albergue con capacidad para cerca de 200 personas en la alcaldía Tláhuac.

La REDODEM denunció que desde la apertura del albergue de Tláhuac éste se vio rebasado, pues recibió miles de personas para las que no tenía la capacidad. Además se señaló que no cumplía con los estándares mínimos de atención, seguridad, ni con los protocolos mínimos de derechos humanos. Dicha saturación, provocó que cientos de migrantes pernoctaran en las cercanías del albergue.

Organizaciones de la sociedad civil documentaron que el 13 de mayo las autoridades capitalinas, del INM y de la COMAR, comenzaron a desalojar a los migrantes que se encontraban en Tláhuac –sin importar su estatus migratorio o si éste podía seguirse en la CDMX– y los trasladaron de forma indiscriminada en autobús a otras entidades de la República.

El pasado 22 de mayo, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, reconoció que el albergue de Tláhuac se cerró por no cumplir con las condiciones y adelantó que se abrirán tres albergues más. “Estamos rehabilitando al menos tres albergues o habilitando tres albergues: uno en Xochimilco; otro el de Tláhuac, que ya está rehabilitado; y otro que estamos definiendo en dónde sería”, sostuvo la mandataria.

No obstante, las organizaciones y albergues aseguran que se deben tomar mejores decisiones para apoyar a las personas en situación de vulnerabilidad, pues no solo se trata de habilitar albergues, sino de garantizar condiciones dignas para atender a los migrantes.

“Nada va a ser suficiente cuando está mal. La realidad es que el espacio de Tláhuac no tenía condiciones para alojar a las personas, tenía riesgos, se llegaron a concentrar, hasta cuatro, cinco mil personas juntas. Cerró porque tenía condiciones de riesgo, pero ese riesgo fue propiciado por el gobierno, por no tomar acciones adecuadas”.

—  Gerardo Talavera.

A considerar

  • De acuerdo con la REDOM, desde noviembre el flujo de migrantes y refugiados rebasa las 35 mil personas en la CDMX.
  • En 2023 más de 5 mil personas han solicitado la condición de refugiado en la capital, cifra que ya supera al total de solicitudes durante 2022, que rondó las 3 mil.
  • Solo en el lapso que estuvo abierto el albergue de Tláhuac, se expidieron cerca de 12 mil constancias y formas migratorias múltiples.
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