SANTIAGO (AP) — Una avalancha de críticas ante la decisión de Chile de declinar ser el invitado de honor de la prestigiosa Feria del Libro de Frankfurt, en Alemania, llevó el viernes al presidente Gabriel Boric a tratar de revertir la situación y, ahora sí, participar en el evento.
Fue el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre, quien rechazó de forma inconsulta la invitación. Alegó falta de recursos.
“Descriterio total”, “inexplicable”, “error”, “una vergüenza”, son algunos de los comentarios que cosechó la decisión chilena de rechazar la invitación para la convocatoria de 2025. La Feria del Libro de Frankfurt es la más prestigiosa a nivel editorial.
“Esta decisión no pasó por mí, ni me fue comunicada oportunamente”, descargó Boric, consultado por las críticas transversales que despertó el rechazo a ser el invitado de honor de la feria, en la edición de dentro de dos años.
Dijo que le expresó su discrepancia a De Aguirre, porque “gastar en cultura es una tremenda inversión, no es un gasto; ésta no es plata que se tira a la basura”. Precisó que la participación como invitado requeriría unos ocho millones de dólares.
