Vecinos indignados por la muerte de un niño chiapaneco que pedía limosna en las calles de Mérida, cerraron varias calles exigiendo justicia para el menor atropellado y muerto hace unos días.
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El niño de origen indígena tenía siete años y se llamaba Iker; fue atropellado mientras hacía malabares en un crucero por una mujer que se dio a la fuga el pasado martes y quien ya fue ubicada.
Vecinos de rumbos cercanos, cerraron el cruce de la Av. Líbano y Av. Dr. Fernando Elías Dájer en la colonia México Norte, a unas calles de donde ocurrió el atropellamiento.
Iker era el más pequeño de un grupo de niños indígenas chiapanecos que hacían malabares y pedían limosna en esa esquina.
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La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó que, a través de la Policía Estatal de Investigación (PEI) y en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE), continuó con las investigaciones para el esclarecimiento del lamentable hecho.
La policía estatal confirmó que el menor se dedicaba a hacer malabares en las vías de rodamiento para recibir gratificaciones económicas de los automovilistas cuando fue atropellado por una camioneta de color blanco.
“Desde el momento en que se tuvo conocimiento del suceso, la Fiscalía y la Policía Estatal iniciaron las averiguaciones a fin de localizar al vehículo y a su conductor, así como para el esclarecimiento de los hechos y deslinde de responsabilidades”.
Y dio a conocer que con apoyo de las cámaras de videovigilancia del C5i, la camioneta fue ubicada en las inmediaciones de un hospital de la avenida Itzáes. El vehículo tiene placas de Yucatán y pertenece a una empresa.
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La tarde del jueves el apoderado legal de la empresa propietaria del vehículo y la conductora de iniciales C. J. S. C. se presentaron ante las autoridades ministeriales.
La conductora manifestó que estuvo hospitalizada debido a una crisis nerviosa. Se continúan las indagatorias de ley para el deslinde de responsabilidades.
