El intenso calor que se vive en el país a causa de una ola de elevadas temperaturas ha causado diversos estragos, aunque también permitió que joyas de la arquitectura volvieran a ver la luz, como ocurrió en el municipio de Tecpatán, Chiapas, en donde el Exconvento de Santiago Apóstol (Quechula) sorprendió una vez más a los habitantes con su majestuosidad.
Este templo fue construido en 1564, pero la peste que afectó a la región de 1773 a 1776 provocó que fuera abandonado, su “sepultura” por 30 metros de agua ocurrió en 1966 cuando un decreto presidencial estableció la construcción de la presa de Nezahualcóyotl para contener las aguas del río Grijalva y ser aprovechadas para una planta hidroeléctrica.
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Desde hace dos meses comenzó a bajar el nivel del agua en esa zona y el templo comenzó a emerger, los lugareños y turistas acuden a la zona para admirar la estructura que aún queda en pie, se realizó la limpieza alrededor del lugar, se colocaron contenedores de basura para evitar dejar sucio el entorno.