BUENOS AIRES (AP) — La policía de la ciudad de Buenos Aires salió a patrullar este lunes por primera vez con pistolas de descarga eléctrica, dejando atrás al menos por ahora la controversia que generó el anuncio de su implementación hace más de una década y que se demoró a causa de fallos judiciales y trabas a su importación.
El ministerio de Seguridad de la capital informó que 60 pistolas de la marca Taser fueron distribuidas a personal de la división de Intervenciones Rápidas (DIR), de la división metros y de la división de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM).
“Se va a trabajar en binomios”, explicó el ministro del área, Eugenio Burzaco. “Un oficial disparará y el otro oficial tendrá la tarea de reducir al agresor, que es la mecánica que se utiliza en todo el mundo y hemos traído acá”.
Este mismo lunes los agentes que portan Taser custodiaban estaciones de metro, ferrocarriles y las 15 comunas de la capital argentina, justo en momentos en que la inseguridad figura al tope de las preocupaciones de los argentinos a la par de la inflación y es uno de los ejes centrales de la campaña para las elecciones generales de octubre.
La alcaldía de Buenos Aires había anunciado la implementación de este tipo de armamento en 2011. Pero organismos de derechos humanos recurrieron a la justicia para impedirlo, basándose en informes de Naciones Unidas y Amnistía Internacional que alertaban sobre la peligrosidad del uso indiscriminado de las Taser, al punto de causar la muerte de quien recibe la descarga eléctrica en exceso.
La Corte Suprema de Justicia finalmente avaló su uso en 2016. Luego, la alcaldía de Buenos Aires demoró varios años la licitación para adquirir el armamento, cuya importación tampoco fue sencilla por las trabas que rigen en el país sudamericano debido a la escasez de dólares. Recién en abril de este año llegó el primer cargamento.
“El objetivo es dotar de más herramientas a nuestros policías para la reducción y detención de personas que atacan con elementos cortantes, y de esa manera contener a la persona sin peligro para ella o terceros”, explicó el ministro Burzaco.
Para controlar a los agentes que portan este armamento, cada pistola posee una cámara que permite registrar imagen y audio cuando se ponen en funcionamiento.
Estados Unidos y Brasil son otros países de América donde se emplean estas pistolas.
