El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, dio a conocer que tras los trabajos de inteligencia enfocados en la problemática de tala de árboles en la zonas boscosas de la capital, se detectaron a cinco grupos de talamontes que operan en la región fronteriza entre la CDMX, Morelos y Estado de México.
“Hay trabajo de inteligencia, están detectados más o menos unos cinco grupos centrales que se dedican a esta actividad, algunos de ellos no son de aquí de la ciudad, tenemos grupos que vienen de Morelos”, aseveró el mandatario capitalino.
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Batres Guadarrama explicó que se reunió con el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, con quién están realizando acciones coordinadas, y refirió que los morelenses están haciendo sus propios operativos. Asimismo, el funcionario indicó que el tema también se tratará con el gobierno mexiquense para que se haga lo mismo en esa franja fronteriza.
El jefe de Gobierno agregó que en las últimas semanas, las autoridades han desmantelado ocho aserraderos y 18 madererías clandestinas. En este sentido, Batres recalcó que la presencia de la Guardia Nacional en la zona, ayuda a combatir a los grupos de talamontes, pues su personal no tiene una circunscripción tal limitada como los elementos de seguridad local.
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Cabe señalar que las autoridades capitalinas comenzaron a focalizar esfuerzos para combatir y endurecer penas contra los talamontes, luego de que, el pasado 16 de junio, comuneros de Topilejo bloquearon por horas la carretera federal y la autopistas México-Cuernavaca para exigir acciones para evitar la devastación que ocasiona la tala ilegal.
Dicho evento propició que Batres Guadarrama enviara una iniciativa al Congreso de la CDMX que propone establecer sanciones de seis a 20 años de prisión; así como una multa de seis mil a 10 mil UMAs (más de un millón de pesos).
“Aumentamos las penas, no tanto con la creencia de que hay que subir y subir las penas y ya con eso castigamos mejor un delito, no; sino porque las penas tan bajas que estaban establecidas facilitaban que las personas que realizan esta actividad ilegal salieran rápidamente, entonces se les detenía y luego otra vez salían y volvían a realizar tala de árboles. Entonces, la idea es inhibir”
— Martí Batres.
