KIEV, Ucrania (AP) — Después de retirarse de un acuerdo para la exportación de cereales, Rusia intensificó el viernes sus ataques contra infraestructura portuaria y almacenes agrícolas de la región ucraniana de Odesa, al tiempo que realizaba maniobras para simular un bloqueo del Mar Negro.
Misiles rusos dañaron lo que funcionarios describieron como “importante infraestructura” en el suroeste de la ciudad portuaria de Odesa, en lo que parecía ser parte de la campaña del Kremlin para limitar las exportaciones ucranianas de alimentos.
Odesa ha estado en la mira de Rusia después de que Moscú abandonara un acuerdo que permitía a Ucrania exportar grano a través del puerto situado en el Mar Negro.
En el ataque contra el almacén, dos misiles de crucero que volaban a baja altura provocaron un incendio, y otro impactó durante las tareas de extinción, según declaró el gobernador regional Oleh Kiper. El ataque hirió a dos personas, dañó equipos y destruyó 100 toneladas de guisantes y 20 toneladas de cebada, afirmó Kiper.
Rusia atacó infraestructura crucial para las exportaciones de granos tras prometer que tomaría represalias por lo que dijo fue un ataque ucraniano que dañó un puente clave entre Rusia y Crimea, la península anexionada ilegalmente por el Kremlin.
“El enemigo sigue sembrando el terror, y eso está relacionado indudablemente con el acuerdo sobre granos", dijo Natalia Humeniuk, vocera del Comando Operativo Sur del ejército ucraniano.
Tanto Moscú como Kiev han anunciado que considerarán a los barcos que se dirijan a puertos del otro en el Mar Negro como potenciales objetivos militares.
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Vershinin, aclaró el anuncio del Ministerio de Defensa a principios de esta semana de que Moscú había declarado peligrosas para la navegación amplias zonas del Mar Negro. El ministerio dijo que consideraría que los buques entrantes vienen cargados de armas y trataría al país de su pabellón como participante en el conflicto del lado ucraniano.
Vershinin dijo que la Armada rusa inspeccionará los buques para asegurarse de que no llevan carga militar antes de tomar cualquier otra medida.
“Ya no existe un corredor marítimo humanitario, sino una zona de mayor peligro militar”, declaró en una conferencia de prensa.
Vershinin añadió que Rusia satisfará las necesidades de los países africanos a pesar de la rescisión del acuerdo. El presidente Vladímir Putin ha prometido suministrar cereales gratuitos a los países pobres de África.
De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de estudios con sede en Washington, los recientes ataques contra la infraestructura portuaria y agrícola, y las amenazas de una escalada marítima “probablemente forman parte de un esfuerzo del Kremlin para aprovechar la salida rusa de la Iniciativa de Granos del Mar Negro y obtener amplias concesiones de Occidente”.
En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que los países occidentales deben atender las demandas de Rusia para restablecer el corredor de cereales del Mar Negro.
“Rusia tiene algunas expectativas. Si se cumplen, Rusia está a favor del trabajo activo de este corredor de cereales”, dijo Erdogan, que ayudó a negociar el acuerdo. “Sabemos que (Putin) tiene algunas expectativas de los países occidentales. Los países occidentales tienen que actuar en este asunto”.
Reiteró que hablaría con Putin por teléfono y que esperaba reunirse con él en Turquía el próximo mes.
En declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias Anadolu y otros medios de comunicación, Erdogan advirtió que el fin de la iniciativa sobre los cereales elevaría los precios mundiales de los alimentos, aumentaría la hambruna y desencadenaría nuevas oleadas migratorias.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que había hablado por teléfono con Erdogan el viernes, y que “coordinamos esfuerzos para restablecer el funcionamiento de la Iniciativa de Granos del Mar Negro.”
“Desbloquear el corredor de cereales es una prioridad absoluta”, dijo Zelenskyy en Telegram.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, dijo que su Armada realizó maniobras que simulaban acciones para aislar una sección del Mar Negro. En los ejercicios, un barco disparó misiles de crucero antibuque contra un objetivo simulado.
El ministerio también dijo que disparó armas de largo alcance desde el mar contra instalaciones “utilizadas para la preparación de ataques terroristas contra la Federación Rusa con drones”, añadiendo que “todos los objetivos designados han sido alcanzados". No dio más detalles.
Putin, mientras tanto, repitió su afirmación de que la tan esperada contraofensiva de Ucrania está fracasando, aunque no ofreció pruebas.
Putin, cuya autoridad se vio sacudida el mes pasado por una efímera rebelión de un grupo mercenario ruso, declaró ante su Consejo de Seguridad que el ejército ucraniano ha sufrido pérdidas masivas y que Occidente tiene dificultades para mantener el suministro de armas y municiones.
Putin también habló de manera provocadora sobre Polonia, alegando que Varsovia ha formado una unidad militar especial para garantizar la seguridad en el oeste de Ucrania y planea inmiscuirse en los asuntos de Kiev.
Por otra parte, Zelenskyy anunció la renuncia del ministro de Cultura, indicando que el departamento incurrió en gastos innecesarios en tiempos de guerra.
“Los adoquines, la decoración de las ciudades y las fuentes pueden esperar hasta después de la victoria", afirmó.
La medida se produce tras una serie de escándalos recientes relacionados con el gasto de las autoridades locales en todo el país, como la reparación de una calle adoquinada en el centro de Kiev o la renovación de una fuente en una ciudad del oeste.
Zelenskyy despidió además al embajador ucraniano ante Gran Bretaña, Vadym Prystaiko, quien también fungía como embajador ante la Organización Marítima Internacional. No ofreció alguna razón, pero Prystaiko había criticado públicamente al presidente.
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Andrew Wilks en Estambul, Turquía, contribuyó a este despacho.