La Circulación de Reversión Meridional del Atlántico “es un gran sistema de corrientes oceánicas que transportan agua cálida desde los trópicos hacia el Atlántico Norte y regula una buena parte del clima mundial , pero esta podría colapsar a mediados de este siglo, según un estudio difundido por la página ABC Ciencia.
Las todavía constantes emisiones de gases y el efecto invernadero que se crea, provocan que la AMOC (por sus siglas en inglés) “reviente” y por consecuente, traiga severas consecuencias para nuestro clima.
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No es casualidad que las altas temperaturas, los días más fríos y las fuertes lluvias estén más presentes hoy en día. Los gases emitidos por los seres humanos están creando un ambiente un poco más caluroso de lo habitual y afecta inicialmente a los polos árticos, donde el agua fría comienza a combinarse con la de algunos océanos donde la temperatura es más regular.
El cambio de clima en las corrientes marítimas obliga a la vida acuática a buscar la temperatura ideal en otros lugares que anteriormente no eran habitados por cierto tipo de especies.
Estudios revelan algunas señales de alerta
Peter Ditlevsen y Susanne Ditlevsen, investigadores del Instituto Niels Bohr, en Copenhague (Dinamarca), en su artículo remarcaron el impacto de la actividad humana en estos cambios de clima. Los estudios que se conservan arrojan una estadística que indican un progresivo debilitamiento de estas corrientes oceánicas, las evaluaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático sugieren que es poco probable su colapso total durante este siglo XXI, relató el citado medio.
Sin embargo, señalan, “proporcionamos una significación estadística y estimaciones temporales que se basan en datos. Y estimamos que se producirá un colapso de la AMOC a mediados de este siglo bajo el escenario actual de futuras emisiones”.
Parece ser que el debilitamiento climático es un hecho seguro, pues los investigadores indican que éste podría cerrarse (o explotar) en el año 2025 o hasta el 2095.