MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha manifestado que Washington espera "trabajar bien" con el nuevo ministro de Exteriores de China, Wang Yi, tras el cese por sorpresa de Qin Gao tras un mes sin comparecer en público, decisión por la que Pekín no ha facilitado por ahora explicaciones.
"Es decisión soberana de China decidir quién es su ministro de Exteriores", ha dicho Blinken, quien ha destacado que mantuvo "conversaciones constructivas" con Qin durante su periodo al frente de la cartera. "Deseo que le vaya bien", ha manifestado.
Asimismo, ha incidido en que conoce a Wang "desde hace más de una década". "Me he reunido con él en varias ocasiones como secretario de Estado (...) y anticipo que podré trabajar bien con él, como hemos hecho en el pasado", ha señalado, en referencia al periodo de Wang al frente del Ministerio de Exteriores chino entre 2013 y 2022.
"Seguiré interactuando con él. Seguiremos interactuando con otros funcionarios chinos", ha destacado Blinken, que ha defendido que "es importante gestionar esta relación de forma responsable". "Eso empieza con la diplomacia y con las interacciones. Trabajaré con el homólogo que sea", ha subrayado.
El cese de Qin fue anunciado durante la jornada del martes junto con el nombramiento de Wang para el cargo, en medio de las especulaciones sobre el futuro político de Qin, quien apareció en público por última vez el 25 de junio, jornada en la que se reunió con el viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko.
La desaparición del ojo público por parte de Qin no ha sido explicada por el Ministerio de Exteriores chino, que en un primer momento apuntó a "motivos de salud" tras su ausencia en una reunión a principios de mes, versión sobre la que no hubo más detalles posteriormente. De hecho, fue Wang quien estuvo presente en la reciente reunión para abordar asuntos de seguridad de cara a la próxima cumbre de los BRICS --Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-- en la ciudad sudafricana de Johannesburgo, prevista para el mes de agosto.
Por otra parte, Blinken ha argumentado que Estados Unidos "no tiene objeciones" a las inversiones de ningún país, incluido China, si "se llevan a cabo de forma productiva, responde a las necesidades de la población y ayuda a generar una carrera hacia la cima con otros que quieran ayudar".
"Creo que las preocupaciones que hemos tenido se resumen en unas pocas cosas que hemos visto sobre algunas inversiones y la necesidad de garantizar que se hacen de forma transparente, en línea con el Estado de Derecho, con financiación sostenible, en lo relativo a la situación de deuda de algunos países y respetando la autonomía de los que reciben ayuda para que no haya lazos políticos a las inversiones que hacen", ha explicado.
De esta forma, ha hecho hincapié en que "las interacciones de China en la región han crecido y ha habido algunos comportamientos crecientemente problemáticos, desde el punto de vista de Estados Unidos, incluidas afirmaciones sobre demandas marítimas ilegales (...) y la militarización de zonas en disputa".
Blinken ha señalado además a "algunas actividades depredadoras" por parte de China e "inversiones que son llevadas a cabo de una forma que puede socavar la buena gobernanza y promover la corrupción". "No es el hecho, es la naturaleza aquello en lo que es importante centrarse, pero los países adoptan decisiones soberanas sobre con quién quieren hacer negocios o buscar inversiones o asistencia", ha zanjado.