En lo que va del mes de julio han desaparecido tres mexicanos en el extranjero, Carlos Aranda en Canadá, María Fernanda Sánchez en Alemania y ahora José Esquivel Franco en Bruselas, Bélgica.
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El mexicano de 35 años fue visto por última vez el pasado 12 de julio en la estación del Metro de Maelbeck y llevaba una playera color azul marino, tiene un tatuaje en el brazo derecho, es de piel morena, complexión robusta y mide aproximadamente 1.80 metros.
César Esquivel, hermano de José, viajó a Bélgica y ya está en contacto con la embajada mexicana en aquel país; sin embargo, no ha recibido ningún apoyo ni se ha difundido la ficha de búsqueda en los canales de la representación diplomática.
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Derivado de su investigación, sabe que su hermano fue detenido por la policía de Bruselas por un incidente catalogado como un agravio. Cuando habló con la policía, le dijeron que desde el 13 de julio fue trasladado a un hospital y posteriormente quedó en libertad; no obstante, no hay ninguna señal del paradero de José Esquivel Franco.
Desaparecidos en el extranjero
Desde el 7 de julio, Carlos Tomás Aranda Burgoin dejó de tener contacto con su familia, el mexicano de origen oaxaqueño tenía sólo un mes trabajando en Canadá y fue visto por última vez en Brar Fruit Stand & Orcharnd en Osooyos, ubicada en Columbia Británica.
Recientemente se dio a conocer que la Secretaría de Relaciones Exteriores facilitó el pasaporte de emergencia al padre de Carlos Tomás para viajar a Canadá, y participar en la búsqueda de su hijo, quien estudió la carrera de Turismo y Desarrollo Sustentable en la Universidad Autónoma de Oaxaca.
En el caso de María Fernanda Sánchez Castañeda, la joven de 24 años originaria de Querétaro, dejó de tener contacto con sus papás el 22 de julio; se encontraba estudiando una maestría en Berlín, Alemania en donde la embajada mexicana dice estar colaborando con las autoridades de ese país para dar con su paradero.
La policía de aquel país no descarta que se trate de una “desaparición forzada”, debido a que Maffy, como también le llaman, dejó el celular y su computadora abierta sobre la cama en su departamento en la capital alemana.
