En México existen 2.3 millones de personas con problemas auditivos, el 50% de ellas son adultos mayores y poco más de 780 mil son jóvenes.
La contaminación acústica en la CDMX tiene uno de los niveles más altos del mundo debido a la cantidad de gente que aquí habitan. El ruido del motor y el claxon, uso de megáfonos y las actividades industriales provocan daños irreversibles a nuestro oido, lo cual trae afectaciones físicas y psicológicas a largo plazo.
Si a esto le sumamos el uso de audífonos con un volumen alto, llevamos los efectos negativos al interior de nuestro oido con un efecto de tapón por la estructura de estos dispositivos.
Para evitar posibles daños en el oido, la doctora Catalina Bulla recomendó “no estar expuestos a tiempo prolongado ni con excesivo ruido en el uso de audífonos... en el caso de asistir a conciertos se recomienda no estar cerca ni de frente a las bocinas que están en el lugar, pues el ruido es muy fuerte y eso daña el oido interno”.
Un adolescente utiliza los audífonos en promedio seis horas diarias a un volumen alto, por lo que se recomienda en el caso de estas personas, es utilizar los auriculares entre dos y tres horas divididas en todo el día y a un volumen regular, que no pase por encima del 60%.
“Usualmente la parte auditiva es la gran olvidada debido al estigma social relacionado con escuchar bien. Sin embargo, resulta clave para una buena calidad de vida, ya que una audición sana disminuye el riesgo de caídas, de desarrollar demencia y permite mantenerse conectado con las personas que lo rodean, evitando así el aislamiento social”, mencionó la doctora.
En la CDMX existe una clínica que ayuda a detectar y prevenir el desgaste que el excesivo ruido provoca en el oido. Para más información se puede consultar el siguiente link.