Luego de un operativo la Dirección de Comercio del municipio de San Luis Potosí, clausuró un establecimiento de autopartes ubicado en la capital potosina, propiedad de Fernando Medina, señalado como presunto agresor de un menor de 15 años al interior de un local comercial para la venta de comida rápida en Rutilo Torres.
Acorde con lo informado la clausura de “Autopartes Medina” se debió a que durante una inspección, los dueños y trabajadores del lugar no pudieron comprobar que el establecimiento contaba con licencia de funcionamiento expedido por el Ayuntamiento de la capital para su funcionamiento.
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La inspección al local comercial, según la propia administración municipal de San Luis Potosí, derivan de los esfuerzos del Gobierno Municipal para coadyuvar con la Fiscalía General del Estado para dar con el paradero del agresor del menor.
Se estima que Fernando Medina está ligado a otros dos comercios ubicados en la ciudad capital, un depósito de cerveza y un gimnasio llamado “Power House Gym”, los cuales serán sujetos a revisión por las autoridades del gobierno municipal, en caso de que no cuenten con los requerimientos para su operatividad como la licencia de funcionamiento, también podrían ser clausurados por Comercio Municipal.
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Cabe mencionar que este miércoles a 4 días del incidente, el gimnasio se encuentra desolado. Sin embargo, diversos automóviles y vehículos se encuentran patrullando la zona, deteniéndose frente al edificio y retirándose.
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Este mismo sitio ha sido ya investigado por las autoridades como parte de la pesquisa que se realiza para dar con el paradero del agresor.
El gimnasio se encuentra en una de las zonas consideradas como un foco de inseguridad en la capital potosina, incluso durante un recorrido por el equipo de El Universal de San Luis Potosí, se pudo constatar la presencia de indigentes, así como jóvenes ingiriendo bebidas alcohólicas en la calle, así como varios bajo la influjo de las drogas.
Información a la que ha tenido acceso este medio refiere que se mantienen los cateos en diversas partes de la ciudad en las que se tienen referencias de que podría encontrarse escondido el agresor.