El Sindicato Nacional de Restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se solidarizó con Fernando Cortés de Brasdefer, investigador del centro INAH Quintana Roo, quien denunció la destrucción y saqueo de bienes arqueológicos debido a la construcción del Tren Maya.
Esto debido a que desde que compartió, de manera privada, un texto de esta situación y que luego se filtró, comenzó a ser acosado por la dirección del INAH, la cual encabeza Diego Prieto.
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“A partir de la filtración de un texto suyo, compartido de manera privada con sus compañeros investigadores, en el que da testimonio del saqueo y destrucción que sufren números bienes arqueológicos por la construcción del llamado Tren Maya, diversas autoridades del INAH, incluyendo a su director general, condicionaron la continuidad laboral a su petición de perdón, al no hacerlo se busca, incluso, judicializar su caso”.
La organización de trabajadores también pidió que se detenga el acoso en contra de Cortés de Brasdefer, quien tiene más de 30 años de experiencia en investigación arqueológica en Yucatán y Quintana Roo.
El abogado del arqueólogo, Alberto Herrera, declaró a Reforma que en caso de que se judicialice el caso, sería una acción de represión en contra de alguien que no comparte la visión oficial del gobierno respecto a una de las obras emblemáticas del sexenio.
“Una cosa es una acta administrativa, que al final de cuentas significa una lectura de los hechos que le imputan al personal, él se puede defender con asistencia de la representación sindical. Nosotros ya desmontamos el caso e indicamos que los argumentos y las supuestas pruebas son espurias”.
Por lo que en caso de que la dirección del INAH decida continuar con el proceso, deberá demostrar con hechos y no con suposiciones que el arqueólogo miente, pero mientras esté el proceso, Fernando Cortés podrá continuar con sus actividades y percibir su sueldo hasta que un juez determinara lo contrario.
