JERUSALÉN (AP) — Combates estallaron el miércoles en un campo de refugiados en el norte de Cisjordania entre palestinos y sus propias fuerzas de seguridad, informaron autoridades palestinas. Los disturbios dejaron un palestino de 25 años muerto y subrayaron los desafíos que enfrenta la policía autónoma al intentar imponer el orden en el agitado territorio.
En otras partes del territorio ocupado, las fuerzas de seguridad israelíes dispararon contra un hombre palestino que, según dijeron, intentó embestir con su automóvil a soldados en un puesto de control, golpeando e hiriendo levemente a un militar, dijeron las autoridades. Fue el más reciente incidente en una de las fases más violentas de Cisjordania en años.
La policía palestina entró en el campo de refugiados Tulkarem después de que los residentes pidieran a la Autoridad Palestina que retirara las barreras metálicas colocadas por milicianos locales que bloqueaban el acceso a viviendas y escuelas, dijo el portavoz de seguridad palestino, Talal Dweikat. Las barricadas de metal en ángulo son un elemento básico en los campos de refugiados militarizados del norte de Cisjordania, destinadas a disuadir a los vehículos militares israelíes durante las frecuentes incursiones del ejército.
Después de que la policía despejó las calles, Dweikat dijo que milicianos palestinos abrieron fuego frente a Tulkarem Muqata, la sede de la autoridad. La policía respondió “para controlar la situación de seguridad”, añadió el vocero.
Un oficial de seguridad palestino en Tulkarem, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios, dijo que un residente palestino no involucrado, a quien identificó como el joven de 25 años, quedó atrapado en el fuego cruzado y murió.
El grupo Hamás condenó la muerte. Las fuerzas de seguridad palestinas dijeron que están investigando.
Incapaces de proteger a los palestinos contra los crecientes ataques de los colonos judíos y las incursiones militares israelíes, a menudo mortales, en pueblos y ciudades palestinas, las fuerzas de seguridad palestinas han enfrentado profundas críticas públicas por su percibida impotencia y su vilipendiada alianza de seguridad con Israel que se remonta a los acuerdos de paz de Oslo hace tres décadas.
