La noche de este 5 de septiembre, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, encendió las más de 218 mil luces de la rueda de la fortuna de 85 metros de altura del Parque Aztlán, cuya iluminación, aseguró, formará parte permanente del paisaje nocturno de la capital y su brillo podrá divisarse desde todos los rincones de la CDMX.
Después de casi tres años de obras y de un retraso, hasta ahora indefinido, en su apertura, el Parque Aztlán lució iluminado con colores alusivos a las fiestas patrias, luego de que el mandatario capitalino jalara la palanca de encendido y diera por iniciada, lo que llamó una nueva etapa en la capital, pues las luces se encenderán de forma permanente y darán colorido al paisaje urbano de la metrópoli.
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El Parque Aztlán será el nuevo parque de diversiones de la CDMX luego de que la Feria de Chapultepec cerró sus puertas definitivamente, tras el accidente ocurrido en los juegos mecánicos en octubre de 2019.
El nuevo parque tendrá como temática principal la época prehispánica, en la que los asistentes encontrarán diversas atracciones inspiradas en México, su historia, cosmogonía, leyendas y 22 juegos mecánicos de primera generación, entre los que figura la monumental rueda de la fortuna.
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Recientemente, las autoridades capitalinas confirmaron que el centro de atracciones que ocupará el espacio de seis hectáreas ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo no se abrirá al público en general hasta que obras y periodos de pruebas de seguridad estén totalmente terminadas.
“El día de hoy se prenden las luces de la rueda de la fortuna que, como se ha dicho, será un ícono como el Estadio Azteca, como la Torre Latinoamericana, íconos de la Ciudad de México, y aquí vamos a tener un gran ícono de la Ciudad de México, símbolo de recreación, cultura y de bosque”.
— Martí Batres.